A poco más de una semana de haber vencido el mandato de las autoridades y en medio de una fuerte repulsa de los distintos espacios internos, se intentó reunir al último Consejo Provincial en Bella Vista. Los organizadores no lograron sino la presencia de ocho de los veinticuatro miembros, por lo que admitieron que daban por caída la sesión por falta de quórum.
Inesperadamente, el ex presidente del PJ, Gerardo Bassi abrió una fuerte polémica dentro de un peronismo sin conducción. Sin guardar las formas y obviando que carecía ya de legalidad como para aferrarse a la Presidencia partidaria, Bassi apeló a un Whatsapp, extraña forma de convocatoria para un partido cuyo funcionamiento requiere elementales normas de funcionamiento.
El tema es que los mandatos están vencidos. Semanas atrás, se especuló con la posibilidad de convocar a un congreso, aunque en medio de las turbulencias internas no se consideró apropiado abrir un debate en ese ámbito. Existía además la clara señal de la Justicia Electoral de que no se avalaría ninguna decisión de prorrogar los mandatos.
En este contexto, lo que queda de la llamada "Cooperativa", apoyada por La Cámpora y algunos intendentes propiciaron una sesión exprés en una localidad no tan lejana a la Capital, consciente de que ni el principal distrito electoral, ni el segundo aseguraban un desarrollo tranquilo a una reunión cuyo objetivo era tomar decisiones en torno a las elecciones municipales del 27 de octubre, una cuestión que divide opiniones dentro del peronismo.
Las diferencias que ahora asoman son consecuencia directa de no haber llevado a cabo en tiempo y forma elecciones internas dentro del partido, algo a lo que la conducción se opuso tenazmente dilatando inexplicablemente un proceso electoral que debió ser ordenado.
Luego, sobrevino un acuerdo incumplido, una desobediencia al mandato del Consejo Provincial, el intento de robo del sello del PJ y la apropiación -primero- de la sigla del Frente para la Victoria, y -luego- de la boleta presidencial, típica maniobra de truhanes que se hicieron a la luz pública.
La semana venidera, la cuestión quedaría en manos de la Justicia con competencia Electoral que, previa verificación del vencimiento de los mandatos, podría designar un interventor judicial como ya se hiciera en otra oportunidad, salvo que antes el Consejo Nacional disponga la designación de un interventor político que tomaría a su cargo la formulación de las alianzas, la nominación de candidatos y el control de la campaña electoral para las elecciones presidenciales para luego recién encarar el proceso de normalización partidaria largamente reclamado por las bases peronistas que han deslegitimado a las autoridades que condujeron al justicialismo a las peores derrotas electorales.
Hasta anoche, el profesor Bassi no había dado cuenta de las razones por las cuales puso al peronismo nuevamente en la picota, mientras el oficialismo avanza a paso redoblado en su declarado propósito de revertir los resultados electorales de las Primarias.
PARA TENER EN CUENTA
Lo que queda de la llamada "Cooperativa", apoyada por La Cámpora y algunos intendentes propiciaron una sesión exprés en una localidad no tan lejana a la Capital, consciente de que ni el principal distrito electoral, ni el segundo aseguraban un desarrollo tranquilo a una reunión cuyo objetivo era tomar decisiones en torno a las elecciones municipales del 27 de octubre.
Bassi, sin guardar las formas y obviando que carecía ya de legalidad como para aferrarse a la Presidencia partidaria, Bassi apeló a un Whatsapp, extraña forma de convocatoria para un partido cuyo funcionamiento requiere elementales normas de funcionamiento.
La cuestión quedaría en manos de la Justicia con competencia Electoral que, previa verificación del vencimiento de los mandatos, podría designar un interventor judicial como ya se hiciera en otra oportunidad, salvo que antes el Consejo Nacional disponga la designación de un interventor político. El Libertador
