El presidente electo culminó anoche su gira por México con elogios a López Obrador. Habló ante estudiantes universitarios. Brindará una conferencia con Cafiero, Béliz, De Pedro e Ibarra, los elegidos para la transición.
lberto Fernández, el presidente electo, culminó anoche su agenda en México y volverá mañana a Buenos Aires para terminar de definir su gabinete.
En las próximas horas, Fernández brindará su primera conferencia de prensa en el país como jefe de Estado electo acompañado por Santiago Cafiero, Gustavo Béliz, Eduardo “Wado” de Pedro y Vilma Ibarra, los cuatro dirigentes elegidos para conducir la transición.
Ellos están trabajando con la jefatura de Gabinete de Mauricio Macri por la transición y con la Cancillería para organizar la ceremonia de traspaso de mando.
Trascendió que el 19 de noviembre es el día elegido para presentar al equipo económico y, lo que más espera el mercado financiero, al ministro de Economía. Pero allegados al mandatario electo relativizaron esa fecha, dado que por ahora el propio Fernández no definió aún esa agenda.
Anoche, Fernández brindó una conferencia magistral en la Universidad Nacional Autónoma de México, con el título “El nuevo modelo de integración latinoamericana”. Ante estudiantes, colmó de elogios a Andrés Manuel López Obrador, el presidente mejicano.
Fernández aterrizará mañana en Buenos Aires con un maletín cargado de promesas del jefe del Estado mejicano para la expansión del comercio bilateral. Y pondrá el foco de su política exterior en el Grupo de Puebla.
Ayer se entrevistó con Rafael Correa, el expresidente ecuatoriano que se asiló en Bélgica por problemas legales en su país. El objetivo trazado es reimpulsar la Unasur y traccionar el eje progresista en América Latina. Esto disgusta a los Estados Unidos y a Brasil.
Sin que baje el nivel de tensión, ayer el presidente brasileño, Jair Bolsonaro, confirmó que enviará a su vice, Hamilton Mourão, a la asunción del presidente argentino el 10 de diciembre. Es una primera señal de acercamiento diplomático tras meses de fuego cruzado.
Mourão, militar retirado en 2018, es un ferviente defensor del papel de las Fuerzas Armadas durante la dictadura brasileña y archienemigo de Dilma Rousseff y Lula da Silva, para quien Fernández es un “preso político” que debe ser liberado.
En esos términos dialogaron ayer Fernández y Correa en México. El ecuatoriano, muy cercano al presidente ruso Vladimir Putin, se apareció de sorpresa para la prensa en el hotel donde se hospedó el argentino, aunque el encuentro estaba programado.
“Alberto es un vendaval de esperanza”, definió Correa el triunfo electoral de Fernández. “Es la vuelta de una Argentina digna y soberana”, imaginó. Y celebró que el Grupo de Puebla, el cual también integra, se vaya a reunir en el país el próximo fin de semana.
Correa es también uno de los dirigentes que más defiende al presidente venezolano, Nicolás Maduro, quien ayer se reunió en La Habana con sindicalistas argentinos como Ricardo Peidró (CTA) y Hugo Godoy (ATE), entre otros.
Maduro les expresó a los sindicalistas que espera reunirse “cuanto antes” con Fernández para avanzar en una agenda de trabajo, después de que las relaciones quedaran congeladas tras la asunción de Mauricio Macri.
El venezolano elogió a Cristina Kirchner, pero no reveló si se reunió con ella. Por lo pronto, Fernández no tiene previsto verse con Maduro. Sí evalúa hacer un viaje pronto a Chile, donde fue invitado por Sebastián Piñera. Y ayer recibió una invitación del francés Emmanuel Macron.
Roberto Baratta, el ex número dos del Julio De Vido, aseguró ayer que él y otros exfuncionarios no quieren un indulto, sino que las causas sean “revisadas de principio a fin”. “Estoy preso por causas inventadas y mi familia ha sido atacada de la peor manera por los medios de comunicación al dar por sentencia las acusaciones en mi contra. No quiero un indulto, sino que se revise la causa de punta a punta, como lo dijo el propio Alberto Fernández”, afirmó Baratta, que lleva más de un año preso por la causa de los cuadernos. La Voz