El presidente electo de Argentina dijo que "gracias a Dios existe la solidaridad de presidentes y de pueblos latinoamericanos que fueron en socorro del agredido, que se llama Evo Morales".
El presidente electo Alberto Fernández afirmó hoy que "es un día aciago" porque en Bolivia hubo un "golpe de Estado" que "interrumpió la democracia" en ese país, "se produjo un enfrentamiento y una enorme crisis social que no se sabe dónde termina" y aseveró que "no hay ningún ejército que haya liberado a un pueblo".
Al hablar junto al ex candidato a presidente chileno Marco Enríquez Ominami en la presentación del libro "Política y elecciones en A. Latina: una guía progresista para campañas electorales", Fernández agradeció a los presidentes de México, Perú y Paraguay (Manuel López Obrador, Martín Vizcarra y Mario Abdo, respectivamente) por su colaboración para asilar y ayudar al ex presidente de Bolivia, Evo Morales.
"Es una muy mala jornada. No es un lindo día para los que queremos que la democracia se afiance entre nosotros. No hay ningún ejército que haya liberado a un pueblo. Ha habido un golpe de Estado en Bolivia, para que nadie se confunda", sentenció el mandatario electo, mientras mientras una pantalla de fondo proyectaba una imagen de Morales.
Tras sostener que "hoy es un día aciago" por los hechos de Bolivia, alertó que en ese país se desató "un enfrentamiento y una enorme crisis social que no se sabe dónde termina".
En Bolivia, insistió, "se interrumpió la democracia" y sostuvo que "gracias a Dios existe la solidaridad de presidentes y de pueblos latinoamericanos que fueron en socorro del agredido, que se llama Evo Morales".
En ese sentido, destacó que "tenemos que tener una enorme gratitud con el presidente López Obrador", el mandatario mexicano que otorgó asilo a Morales, y enfatizó que ese país también acogió a argentinos "perseguidos" durante las dictaduras. Fernández destacó que López Obrador "generosa y rapidamente fue en socorro y asiló a decenas de bolivianos en la embajada" mexicana en La Paz.
El mismo agradecimiento hizo al peruano Vizcarra, porque "habilitó el espacio aéreo peruano para buscarlo a Evo" en un avión que México envió a Bolivia para trasladarlo, aunque aclaró que aún no sabía si la aeronave había logrado llegar.
Y extendió el gesto al paraguayo Abdo por también ofrecer asistencia al ex presidente boliviano.
Tras haber estado en el segundo encuentro del Grupo de Puebla, que se realizó en Buenos Aires, Fernández y Ominami volvieron a compartir escenario hoy en el Centro Cultural de la Cooperación, en esta capital.
La "difícil situación" que atraviesan Evo Morales y el pueblo de Bolivia fue tema recurrente en la charla de presentación del libro.
Fernández tuvo palabras elogiosas para con el libro en el que las autoras Gisela Brito y Ava Gómez Daza plantean el rol del progresismo en las campañas electorales.
"No crean en los consultores políticos porque el secreto es la política, no los consultores", dijo el presidente electo, y en más de una oportunidad señaló que el desafío de los progresistas es "saber a quién representan".
"Los conservadores saben lo que están representando. los progresistas deben saber a quien representan", aseveró.
"Cuando en la campaña sinteticé que entre los bancos y los jubilados, yo me quedo con los jubilados, me entendieron", ejemplificó Fernández.
Explicó que "la política es contradicción de intereses", por lo cual enfatizó la necesidad que los líderes progresistas tienen de saber "cuáles son los intereses que representan".
Lo que conviene hacer en campaña y lo que se debe hacer fue otro de los temas que abordó Fernández, quién criticó la utilización de los focus group y los big data que afirmó "son las herramientas preferidas" del presidente Mauricio Macri.
En ese sentido recordó su visita a la cárcel en la que estuvo detenida la dirigente social Milagro Sala el 31 de diciembre de 2016 y la realizada al ex presidente de Brasil Luis Inacio "Lula" Da Silva, recientemente liberado, cuando estaba en medio de la campaña electoral de este año.
"Puede haber gente que nos ayude a comunicarlo mejor, pero lo que no debe es convencernos de copiar méritos de los otros", sintetizó Fernández.
"Debemos hacer lo que nuestra conciencia nos dice", advirtió, y aclaró que "nosotros no somos hijos del marketing, somos hijos de la política".
Antes, Ominami, también condenó "el golpe de estado contra Evo Morales" y señaló que una campaña no es muy original ya que se trata de "un hombre, un sueño, un domingo, una elección".
Tras elogiar a las autoras y al libro, explicó que todo dirigente en campaña debe reconocer su "combate" y en ese contexto enfatizó que "el combate del progresismo es la desigualdad".
Según la síntesis que las autoras realizaron el libro persigue un doble objetivo: "Parte del interés por analizar claves conceptuales que permitan comprender el telón de fondo de las disputas electorales e introduce aspectos básicos para organizar e implementar una campaña electoral profesional".