Alcanzar la unidad partidaria. Para el justicialismo correntino es más difícil que volver a gobernar Corrientes después de cuarenta años. Es casi imposible, como volver volcar en las urnas más de 120 mil afiliaciones que lo transforman en el partido con más afiliados de la provincia pero que nunca lo plasma en ninguna elección por uno u otro motivo. Como esta increíble “auto proscripción”, retirando del cuarto oscuro la histórica Boleta N°2 con el Sello Peronista. Solo sucede en Corrientes, donde con semejantes números solo cosechó un magro 19% del electorado.
Alcanzar la unidad en el justicialismo correntino, siempre encuentra una piedra en el camino. Sino es la cooperativa, es la proscripción; es la mezquindad y el individualismo, que superan todos los objetivos supremos. Es como que el súper campeón River Plate o el popularísimo Boca Juniors, se conformaran con jugar un torneo regional –encima con otra camiseta-, antes que cumplir con el llamado excelso de ser siempre candidatos al título en las grandes ligas.
Estos dirigentes correntinos, a lo largo de cuatro décadas nunca entendieron el mensaje. Y ahora van por más ¿fracaso?
Ni el mejor momento de Néstor Kirchner sirvió. Mucho menos el viaje crucero de Cristina por la presidencia. Nada alcanzó para lograr la unidad. Ni siquiera con los amagues de intervención –como ahora-, ni el dedo negro de la designación. Nada de nada.
Como si semejante chicotazo electoral del 2 de junio, no hubiera marcado a fuego sobre el lomo justicialista; en la reunión del Consejo PJ del sábado, no se escuchó autocrítica. Ahora la bandera de la pretendida “unidad” correntina parece ser la prometedora fórmula ‘Fernández – Fernández’; olvidándose de los pasos normales e institucionales que debe darse en todo partido bien parido. Alguien propuso crear una comisión normalizadora para que se encargue del proceso electoral de cara a las presidenciales y que luego se convoque a elecciones internas.
Se sigue castigando a la actual conducción peronista, muy responsable de la catastrófica derrota electoral. Principalmente por haber proscripto al partido. “Hay muchos compañeros enojados que, directamente, no votaron a nada”, le aseguraron a CorrientesHoy.com. Los cañones también le siguen apuntando a Fabián Ríos, quien se creyó un ‘gran elector’ para el 2/J y apenas entró de costeleta al Concejo Deliberante. Un lugar minúsculo para alguien que ocupó otros lugares importantes como el Congreso de la Nación o la mismísima municipalidad de Corrientes. Todos le enrostran que intentó ganar en estas elecciones, con la misma estrategia que lo llevó a la derrota por la intendencia en 2017. Aunque no es el único reprobado, porque la cooperativa si bien es pequeña, tiene varios integrantes de peso. Así les va.
