Domingo Peppo termina de confirmar que no habrá cambio de rumbo en su gobierno. Si el camino trazado hasta aquí a días de ingresar a su tercer año de gobierno logró coronar la primera derrota del Frente Chaco Merece Más en diez años la persistencia de su modelo no permite precisamente ser optimistas.
Quizás lo más notorio sea la falta de renovación al gabinete que prometió el 22 de octubre pasado después de la derrota. No solamente no habrá nuevas figuras sino que además desde aquella fecha hasta ahora ha sufrido un fuerte esmerilado en su poder interno.
El principal problema que afronta el gobierno no será ya de un modelo de gestión que terminará siendo exactamente como ha sido hasta ahora, sino la propia interna. Es posible que el resto del mandato se trabaje para consolidar un espacio interno, en donde la preeminencia ya no la tenga el propio Peppo sino las principales espadas de una interna que podría volver a repetirse entre Gustavo Martínez y Jorge Capitanich.
Si el “modelo” se consolida, termine como termine el gobierno de lo que podrá estar seguro es que ha construido un camino sin salida. Si la política nacional genera algún resultado, lo capitalizará Macri y quien sea su delfín en la provincia. Para ese caso, Peppo no garantizaría la reelección. ¿Será el momento que vaticinó Capitanich para entrar en acción y evitar que todo se vaya por la borda?
Pero si el macrismo finalmente naufraga la suerte de Peppo irá atada a él. Tampoco permitirá enarbolar garantías.
Por el contrario, Martínez emerge como el principal beneficiario. La abrupta renuncia de Gustavo Ferrer no sólo evidencia un retroceso de la influencia de Domingo Peppo, en espejo muestra al Gustavismo consolidar su control sobre el Poder Legislativo.
Es necesario detenerse en este punto en la renuncia de Ferrer. Su renuncia a la banca no solo transforma en testimonial su candidatura con el disvalor que ello acarrea, abre un interrogante sobre lo va a ocurrir el 6 de diciembre cuando tenga que prestar juramento Juan Mosqueda en la Cámara de Diputados de la Nación.
“Decidimos que no iba a asumir” fue la explicación de Peppo en las radios ante la sorpresa que generó la “esquela” confeccionada de apuro y con fuertes sospechas de que no hubiera sido de puño y letra del legislador electo renunciante. Confluyeron varios aspectos, desde lo simple a lo pobre de su redacción y varios errores además de las dudas sobre la autenticidad de la firma.
El propio interesado no se explayó al respecto en el momento de la renuncia, por lo que se abrió a cientos de conjeturas entre quiénes habían decidido no permitir juramentar a Ferrer.
María Elena Vargas que finalmente juró en su reemplazo no dejó dudas sobre a quién responde. Menos ahora que consiguió una banca inesperada.
En ese contexto el presidente Mauricio Macri visitó el Chaco por quinta vez su falta de anuncios para la provincia permite inscribir a este nuevo aterrizaje en un timbreo que el gobernador chaqueño siempre de buena gana. ¿Fue la contraprestación una butaca en primera fila para la asunción pro-tempore del jefe de Estado como presidente del G-20?
Mucho juego de geo-política que Peppo prefiere interpretar como la oportunidad de inversiones y desarrollo para el país. Argumentos similares a los usados cuando avaló el pago a los fondos buitre, o el reciente respaldo a las leyes de recorte de jubilaciones y de “consenso fiscal” para otorgar miles de millones de pesos a la provincia de Buenos Aires, “pero el poncho no aparece”, como decía Argentino Luna.
De esta resaca debe surgir la aprobación del presupuesto 2018. El Frente Chaco Merece Más no puede siquiera organizar su propia tropa y se espera confiado el voto de por lo menos 3 opositores, aunque las voces oficialistas como las de Hugo Ságer o Ricardo Sánchez inquieran al grueso del bloque radical ¿por qué no nos acompañan si estamos haciendo lo mismo que Macri? Una confesión de los émulos de Miguel Pichetto que levanta la mano, pero aclara que lo hace “ingratamente”.
La “doble vara” les cabe a unos y otros.
No es una casualidad que sólo el senador Ángel Rozas haya votado a favor de recortarle los ingresos a los jubilados, y luego acompañado de Eduardo Aguilar hayan refrendado el consenso fiscal que se financia con esa quita.
Parece difícil que la Cámara de Diputados lo apruebe con la actual conformación, aunque queden lunes y martes. Sino será ya tarea de Elda Pértile y Mosqueda si asume (si no, lo sucederá Gustavo Martínez Campos), además de los legisladores oficialistas, Aida Ayala, Alicia Terada y Horacio Goicoechea. Se puede presumir que las diputadas Analía Rachz y María Lucila Massin votarán en contra.
