“No es asunto nuestro”, dijo el Intendente mientras la ciudad quedaba sin transporte público casi una semana. Cientos de choferes reclamando derechos por el incumplimiento de la legislación laboral, presos del maridaje de gremialistas con fueros legislativos y patrones cada día más impunes. Miles de correntinos quedaron a pata buscando la manera de llegar a sus trabajos.
Una vez más los conductores del municipio sacaron el cuerpo a los problemas dejando a los capitalinos con la amarga sensación de haber sido víctimas de una nueva desilusión.
El caso es testigo de otros innumerables que cotidianamente vive nuestra comunidad. Teniendo todas las facultades para actuar con normas al alcance de su aplicación, las responsabilidades se diluyen y los actores se esconden sin disimulo, evitando estar a la altura de las circunstancias.
La Municipalidad tiene la responsabilidad y la obligación de abocarse a los conflictos en forma urgente. No es como tratar pacientes, hacer fila para conseguir un turno y quedar a la espera de alguna solución. Los contribuyentes son los que sostienen toda la burocracia comunal y tienen derecho a respuestas inmediatas.
El problema del Transporte es sólo el botón de muestra para una gestión que hace tiempo se muestra ausente, con autoridades explicando mucho pero haciendo poco.
No todo es cuestión de sentarse en oficinas, asistir a reuniones de protocolo, mantener ocupados a los empleados municipales. También se trata de administrar sin excusas los recursos y asegurarse de servir en toda la ciudad para casi 500 mil correntinos.
Y aunque las comparaciones siempre son odiosas, queda en la memoria la gestión inmediata anterior. Aquella que fue sitiada por el Gobierno Provincial y aun así se dio el lujo de construir una ciudad nueva en Santa Catalina. Poniendo en marcha al municipio y entregándolo ordenado a pesar de muchos obstáculos, con virtudes y defectos.
El destino quiso que los referentes del cambio tomaran la posta, pidiendo votos, pregonando duras críticas y prometiendo una Corrientes mejor. Todos recuerdan la famosa “alineación Nación, Provincia, Municipio”, las miles de cuadras de asfalto prometidas, a pesar que sabían lo que vendría: tarifazos y más ajustes. Hay que hacerse cargo.
Es imprescindible que la municipalidad “entre más en acción, esté más en la calle”, como siempre recomienda un ex Gobernador.
