El gobernador Domingo Peppo recibió la invitación de la Legislatura para presentar su mensaje a la provincia en el inicio del año parlamentario. Será también el inicio del año electoral para el Chaco y si hay cartas para mostrar, será la oportunidad de hacerlo.
El primero de marzo se espera una descripción del anuncio de una realidad distinta que la vivida en 2016. Pero fuera de los papeles el gobierno tiene por delante una situación difícil, conflictiva fundamentalmente.
Faltará menos de una semana para el inicio de clases y la situación gremial no tiene soluciones a la vista. El paro nacional docente fue aprovechado para no mostrar la oferta que pensaba hacerse a los sindicatos docentes. En rigor, el primer escollo que los gobernadores evitaron criticar fue la decisión del gobierno de Mauricio Macri de esquivar la paritaria nacional que fijaba a nivel nacional el salario inicial de los maestros de todo el país.
Renegar de aquella herramienta de contención para las provincias menos favorecidas y dejar librada a suerte a cada distrito refleja a su capacidad particular de enfrentar el problema. Obviamente los resultados serán modestos.
Pero las necesidades políticas, no solo del gobierno local, sino también del nacional movieron en los últimos días a que pudieran destrabarse los anuncios para la finalización del segundo acueducto y la reactivación de obras de vivienda. No solamente se informó al respecto del parte del gobernador de la provincia que lo hizo apresuradamente ni bien terminó la firma con el ministro Rogelio Frigerio. Esta vez, también lo hizo el gobierno nacional, como no había ocurrido en anuncios anteriores durante el 2016.
La oposición por su lado, espera definiciones en relación con el presupuesto provincial. El ministro de Hacienda, Cristian Ocampo y los diputados Betty Bogado y Hugo Ságer anunciaron “reformulaciones” para que pueda destrabarse, aunque la cuestión está atada exclusivamente a la incorporación o no del endeudamiento para bajar atender el déficit del año 2016. El nuevo presupuesto tiene una necesariamente una meta de reducción de ese déficit, reclamada por la sanción del presupuesto nacional, al que el Peppo adhirió por decreto que a su vez elevó a la Legislatura.
La reformulación, insiste el gobierno, es un detalle puntilloso, prometieron de los excedentes que hicieron que el déficit del 2016 fuera de 3 mil millones de pesos. En rigor, del dinero que llegó de menos desde la Nación no por caída de coparticipación, sino por caída de previsión de crecimiento de esa recaudación.
Debió usar este mecanismo por cuanto la adhesión estaba en la ley que finalmente no llegó a aprobarse.
Cuando la idea de una nueva sesión extraordinaria sobrevolaba las posibilidades que analizaba el gobierno, una seguidilla de opiniones de los distintos ministros advertía que sin presupuesto era imposible atender la demanda de recomposición de los sindicatos estatales.
La convocatoria se archivó y las negociaciones con los gremios están demoradas por el paro nacional docente. Pero los reclamos están listos a nivel provincial.
En línea con lo que piden los gremios nacionales, Sitech Federación le puso cifra al 35%, aunque la adhesión a las 48 horas de paro nacional es total.
UPCP también anticipó que el 3 de marzo volverá a convocar a su asamblea de trabajadores directamente para definir un plan de lucha. Las expectativas sobre los anuncios de la provincia son bajas.
El gobierno mira una realidad distinta a la de los dirigentes. Horacio Rey anticipó que Peppo en la Legislatura “hará referencia al esfuerzo realizado desde el gobierno para que el Chaco sea una de las pocas provincias que pudo lograr el sostenimiento de los salarios y el consumo por encima de la línea de la inflación, manteniendo la calidad de vida de los chaqueños”.
El secretario general de UPCP, José Niz, tiene su propia versión del mismo tema. Dijo que con sus delegados “hemos acordado la necesidad de una recomposición salarial acorde a los niveles de inflación y consumo actuales, lamentablemente hoy más del 60% de los trabajadores estatales viven por debajo de la línea de la pobreza”.
Con los últimos números del Indec, ponen también a un porcentaje a una gran cantidad de docentes. Según los datos dados a conocer la semana pasada sobre Canasta Básica Alimentaria y de la Canasta Básica Total para la región metropolitana (Buenos Aires y conurbano bonaerense) correspondiente a enero, que reveló que un hogar compuesto por un jefe varón de 35 años, esposa de 31 años, un hijo de 6 años y una hija de 8 años necesitó tener ingresos por $ 13.323,62 en enero para no ser pobre”.
Es necesario ir entonces al caso testigo que representa la provincia de Buenos Aires. Es el modelo que el gobierno de Mauricio Macri quiere imponer al resto de las provincias. María Eugenia Vidal ofreció primero 18% en cuatro cuotas a los docentes. Luego mejoró la oferta. 10% ahora y 8% en octubre, con una cláusula gatillo, que si bien nunca fue explicada, debería comenzar a operar cuando el primer porcentaje otorgado sea superado por la inflación.
La meta de Inflación anual de la Nación es del 17%. Los economistas que hacen los números más modestos estiman que ese porcentual será superado.
En el Chaco, el gobierno de Peppo hace sus propias cuentas. Según el ministro de Educación, Daniel Farías el año pasado dio el 47%. Las cuentas no cierran. El acuerdo que posibilitaron UPCP y los gremios docentes (salvo Sitech Federación), como mucho apenas rozó el 38%.
Farías anota ahí un 9% por título. Es la misma cuenta que hace macrismo cuando quiere sacar de la inflación los aumentos de impuestos, para no decir que cerró el 2016 con 42% de inflación anual. En otros términos, este año no habrá aumento por pago de título. Pero sí, ya se sabe que aumentaron todas las tasas e impuestos y todavía falta.
Par el 23 de marzo está convocada la audiencia pública para atender un aumento en la tarifa del transporte de pasajeros. Ya aumentaron los servicios de agua y luz. Impuestos y tasas municipales, también.
Sólo por citar un ejemplo, en su primera aparición pública desde el accidente que le costó la vida a una mujer, Jacinto Sampayo, cerró un 34% con el intendente Jorge Capitanich, sólo para el primer semestre. El dirigente municipal, dijo en su participación de lanzamiento del bingo para sus afiliados, que se hará en tres cuotas, 12% a partir de febrero, un 12% a partir de marzo y un 10% en junio.
Por otra parte, sin mucha ruido, cuando terminaban las vacaciones del gobernador, la ministra de Planificación, Maly Serrano, anunció que el Gobierno Provincial, a través de Estadísticas Chaco, dependiente de la Subsecretaría de Planificación, inició las tareas de relevamiento de precios, en el marco del programa de Índice de Precios al Consumidor Nacional Urbano, que se extenderá durante el 2017.
El equipo recorrió locales comerciales de diversos rubros del Gran Resistencia con el fin de captar los índices de precios al consumidor. Como resultado de estas acciones, los chaqueños tendrán a su disposición un índice de precios propio, que dejó de medirse a fines de 2008, tras un convenio con el Indec.
Las urgencias parecen ser las mismas. Dejaron de medir en el Chaco para manejarse con las cifras con las que el Indec mentía entonces y ahora que el organismo nacional goza de certificación de certeza hay apremio por volver a hacer mediciones en el Chaco. ¿El debut será con la inflación de febrero? ¿Atará a estas mediciones el gobierno chaqueño una cláusula gatillo que negociará con los sindicatos locales?
