Los últimos estertores de la gestión de Domingo Peppo expondrán una realidad que se intentó maquillar en los tiempos en los que el gobernador consideraba posible llegar a tener un nuevo período.
Tendrá impacto en el escenario político, gremial, social. En la última reunión de Gabinete, Peppo, definió que sus últimos meses en el poder serán solamente de pago de haberes al sector público. Todavía espera poder iniciar el pase a planta de un gran número de contratados, que piensa heredar a la gestión que viene. El panorama financiero sin embargo complica el tramo final.
La eliminación del IVA y la suba del piso de Ganancias que anunció el gobierno de Mauricio Macri le impacta con una merma de ingresos. La corrida incontrolada del dólar, a su vez, le incrementa la deuda. Vía Rogelio Frigerio se entusiasma en tener un trato diferenciar por ser uno de los gobernadores peronistas que no fue a la Justicia.
Ni cuando todas las cartas están echadas Peppo rompe filas con Mauricio Macri. Fidelidad en las malas y en las muy malas. Arriesga el “premio” de la embajada que algunos medios nacionales ya se lo negaron. Pensaba en Chile y allí parece que el compromiso de Alberto Fernández es con José Luis Gioja, le quedaba de consuelo Asunción, pero la consulta nacional sería con Gildo Insfrán.
El estrés de la gestión de Peppo se aprecia en el fuerte reclamo de los movimientos sociales que vienen manifestándose con dureza.
Los graves hechos ocurridos en la sede del Ministerio de Desarrollo Social, y el caso de la automovilista atacada en la avenida Alberdi, son indicadores de la etapa final de una gestión que no está en condiciones de enderezar el reclamo. Ni de atenderlo ni de rechazarlo.
Antes de las elecciones cuando todavía era candidato, Peppo había logrado alinear a todos los gremios del sector público, especialmente los más combativos, nucleados en UPCP y los del sector docente. Los estatales han vuelto a los reclamos y los paros. El punto máximo es el caso de la Dirección Provincial del Trabajo que mereció una acción judicial de parte del Consejo de Abogados hasta la paralización total de ese organismo.
El mes de septiembre entrante comienza la campaña electoral, Capitanich lanzó como principal propuesta un proyecto de reforma constitucional. El impulso que trae liberaría el camino de obstáculos.
Entre los temas, hay cuestiones de avanzada. Otras atrasan. El límite a los mandatos de legisladores e intendentes en una punta. En la otra proponer derivar la atención de salud a los municipios. Una descentralización muy de los 90. Sólo hay que cruzar el río para encontrar una provincia donde ese modelo fracasó.
En Resistencia Gustavo Martínez dejó de ser un tema. Juan Manuel Pedrini lo expuso con claridad. El acuerdo con Capitanich es solamente por el noveno lugar en la lista. No por el municipio.
Con los números de las PASO Capitanich sabe que tiene en por delante la posibilidad de una victoria abultada. Pero todavía no puede concretar una oferta fuerte por la intendencia de la capital. Se desdibuja Carlos Alabe que en la semana se fotografío con Peppo en la inauguración de la Casa Garrahan. Pasos en falso de un advenedizo en la política. Celebra Diego Arévalo.
El principal contendiente, Chaco Somos Todos empieza a prender motores. Los límites de la campaña de Carim Peche arrancan por el principio. Su logo es un pulgar levantado. Las necesidades de la fórmula quedaron expuestas con el ingreso de Alicia Azula por la ventana. Después de anunciar su retiro de la política y de heredarle la intendencia a su hija, le dieron el cuarto lugar en una lista.
No importa que para eso tuvieran que desbancar a Marilyn Canata. Hay cierto tufillo a resignación en territorio saenzpeñense. Se verá el 13 de octubre, aunque en la fecha no se elige intendente. O precisamente por eso.
