Cómo si fuese una paradoja exacta de lo que le sucede al PJ Correntino, uno de sus históricos dirigentes, el Dr. Rodolfo Martínez Llano, administra su tiempo, pretendiendo conducir, vía virtual en grupos de mensajería, la diáspora del peronismo correntino, y realizando caminatas contemplativas en las zonas aledañas a su campo en la costa del río Uruguay, para obtener un reconocimiento propio embarcado en el pejotismo correntino que hace décadas naufraga en la intrascendencia política por falta de una conducción estratégica clara y lineamientos tácticos expresos que lo muestren ante la sociedad correntina como factor de poder real.
Gabriel García Márquez, al escribir "El coronel no tiene quién le escriba" reconoció que había alumbrado su obra más notable, por encima incluso de la concelebrada "Cien años de soledad". La corta novela, trata de la infatigable pretensión de un Coronel, que buscaba insaciablemente el reconocimiento de su loable labor, por parte de un estado que lo condenaba a una insoportable indiferencia. Ambientada en la Colombia profunda, en la latinoamérica real, décadas después la geografía puede resultar similar, al asiento existencial y político, dónde Rodolfo Martínez Llano, saca a relucir su enjundia para intentar algo parecido a lo buscado por el personaje del inolvidable "Gabo".
Con su ejército propio, "Vamos compañeros", desde las comodidades que le brinda el casco de su estancia en Aguapey, Rodoldo no ceja en demostrar su voluntad de poder, aggionarnandose a los tiempos actuales y "conduce" a sectores díscolos del peronismo correntino, desde el modo virtual, adoctrinando y señalando pautas estratégicas, sin sacarle el cuerpo a la empresa. Envía videos suyos, acorde al calor correntino y ligero de prendas, o participando de actividades sociales, como las palabras finales, en el mismo cementerio, para otro histórico del peronismo correntino, el recientemente fallecido "Metralleta" Semhan.
Independientemente de estos aspectos de color (más interesantes o que al menos tienen más que ver con nuestra realidad vernácula, que los romances difundidos hasta el hartazgo por la prensa de ex modelos con futbolistas o cantantes) lo cierto, es que por intermedio de la pretensión de Martínez Llano, se puede leer la encrucijada en la que se encuentra el PJ Corrientes.
La vieja trampa del llamado a internas, en este caso para cargos partidarios, no por ser vieja, reiterativa y burda, no deja de ser efectiva. Rodolfo, cómo otros, caen o se dejan caer en esta trampa, desperdiciando energía y recursos, bajo el entendible argumento que deben demostrar el intento de ser "orgánicos" hasta el minuto final de tal imposible. Y decimos que es un imposible, dado que la única persona que definirá la estrategia política de cara al 2025 para el PJ Corrientes, es Cristina Fernández de Kirchner. En el caso de que la doctora, tome la incomprensible decisión de armar una candidatura a gobernador, en favor de alguien que no sea Camau Espínola, el peronismo correntino y la provincia toda, volverá a estar condenada a 4 años de gobierno radical. Expresamos esto, más allá de que podamos estar o no a favor de una candidatura del ex medallista olímpico. Sucede, acontece, que al Senador Nacional, le queda mandato en la cámara alta nacional, hasta 2027. Sí logra ser gobernador (en una elección de tercios o de cuartos, con un hándicap propio de intención de voto propia del 30%), le dejará su banca a la Cristinista Ana Almirón. Cristina, si logra entender lo obvio, o no se encapricha con un accionar romántico, conseguirá en un distrito que no elige este año Senador Nacional, una senadora propia. No es necesario ser licenciado en ciencias políticas, para entender que en el actual escenario político, para Cristina y el PJ Nacional que conduce, es mucho más conveniente contar con una senadora propia en un distrito que no elige senador nacional que un gobernador de una provincia que representa apenas el 2% de los votos en el electorado nacional.
Bien podría Rodolfo, que no quita que lo haga despúes, estar "operando" en Buenos Aires, ante los interventores, Ottavis o la propia Cristina, para que se convenzan de lo obvio. Sin embargo, y hasta el momento, tal cómo lo describió García Márquez, anda de doma real con sus animales y doma virtual con la compañerada, desde el escenario del realismo mágico que le impone su zona de confort, la alejada y paradísica estancia de Aguapey, en el interior profundo y distante de una provincia marginal, que sueña con despertar de la siesta eterna a la que la condena el radicalismo gobernante que va por las tres décadas de manejo de poder.
Cómo si fuese poco, para contribuir aún más en la confusión, los "fierros" o armas mediáticas del ejército de Rodolfo, el diario el Libertador y sus programas de radio, saturan de información oficial del régimen radical y sus ácolitos. Inexplicablemente, cómo si no fuese quién es, un hombre de principios y sólido económicamente, las hojas de su periódico y las horas de éter, vomitan, hasta el cansancio las repetidas, irresolutas e intragables informaciones que salen, automatizadas desde las usinas del gobierno que sostenemos desde hace cuarto de siglo los correntinos, con nuestro esfuerzo, abnegación y principalmente, abandonando el sueño de ser libres de una buena vez.
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