Un bebé recién nacido con daño cerebral en un hospital de Oahu, en el estado de Hawai, estaba infectado con el virus Zika, según han confirmado las autoridades sanitarias estadounidenses, en lo que parece ser el primer caso de infección en suelo estadounidense.
La madre se infectó de Zika cuando vivía en Brasil, en mayo de 2015, y al parecer el feto lo hizo en el vientre, según han indicado desde el Centro de Control y Prevención de Enfermedades (CDC según sus siglas en inglés) y de otras autoridades sanitarias del estado.
"En este momento no hay pruebas de que haya ningún tipo de virus Zika circulando por Hawai", ha tranquilizado el portavoz del CDC, Tom Skinner.
"Pero creo que es importante para nosotros entender que habrá casos importados de Zika hacia EEUU y no debemos sorprendernos si empezamos a ver alguna transmisión del virus a nivel local", ha añadido.
El Departamento de Salud ya emitió de hecho una alerta la semana pasadadesaconsejando a las gestantes viajar a 14 países y territorios del Caribe y América Latina donde la infección del virus Zika --que se transmite por mosquitos-- supone "un riesgo", con atención especial a las embarazadas, debido a que el Zika se ha relacionado con severas malformaciones congénitas.
La alerta de viajes se aplica a Brasil, Colombia, El Salvador, Guayana Francesa, Guatemala, Haití, Honduras, Martinica, México, Panamá, Paraguay, Surinam, Venezuela y el estado libre asociado de Puerto Rico. La propia Organización Mundial de la Salud (OMS) ha reconocido su preocupación por "la rápida expansión geográfica del virus". Por este motivo, ha pedido a los países más afectados que mejoren sus capacidades para detectar el virus y acabar con las poblaciones de mosquitos que actúan como vectores.
El virus se transmite por mosquitos de la familia Aedes, principalmente el Aedes aegypti, el mismo que transmite el dengue, el Chikungunya y la fiebre amarilla, y suele causar fiebre, erupciones cutáneas (exantemas) y conjuntivitis, síntomas que duran entre 2 y 7 días. Por el momento, según este organismo de Naciones Unidas, no existe un tratamiento específico o una vacuna para protegerse de estos efectos.
Se identificó por primera vez en Uganda en 1947 en una colonia de monos rhesus, mientras que el primer caso en humanos se registró cinco años más tardes, en 1952, en este país africano y en Tanzania. Desde entonces se han registrado casos de la enfermedad en África, América, Asia y algunos países del Pacífico, incluidos algunos brotes en Yap (2007), la Polinesia Francesa (2013) y Cabo Verde (2015), además de los dos ya citados.
El período de incubación de la enfermedad no es del todo claro, pero los expertos creen que podría tratarse de un par de días y los síntomas son similares a otras infecciones por arbovirus como el dengue. Además de fiebre o conjuntivitis, puede causar erupciones maculopapulares, mialgia, artralgia, malestar general y dolor de cabeza.
Además, recientemente en Brasil las autoridades locales han observado un aumento de recién nacidos con microcefalia en el noreste del país, coincidiendo con un aumento de las infecciones, por lo que se está estudiando si podría haber alguna relación entre ambos factores. Éste es uno de los factores que más preocupa en la actualidad a los investigadores, puesto que nunca antes un virus de esta familia había demostrado capacidad para causar defectos congénitos en el feto.