La reanudación de clases está cada vez más cerca. La compra y actualización de los útiles escolares parece ser un clásico entre los meses de enero y febrero para la mayoría de las familias. Así se aproxima una nueva amenaza para el bolsillo, ya que los especialistas rubro estiman una suba del 25% de los precios de los útiles para este ciclo lectivo.
La cifra responde a estimaciones de la Cámara Argentina de Papelerías, Librerías y Afines y de fabricantes del rubro. Los comerciantes reclaman que el aumento de los precios no es suficiente como para hacer frente a la inflación del último año.
"Los productos suben con el correr del año, pero no depende de la estacionalidad del inicio de clases. Según el IPC, la inflación será de un 40% y nosotros estamos 15 puntos por debajo. Todos los costos se incrementaron", afirmó el presidente de la entidad Daniel Iglesias.
Es la estimación hecha por la Cámara Argentina de Papelerías, Librerías y Afines (CAPLA), que incluso asegura que el incremento es escaso y no llega a equilibrarse con la inflación del año pasado.
Para determinar la canasta escolar se deben contemplar cuatro aspectos primordiales: la cuota del colegio, la indumentaria, el calzado y los útiles.
El incremento es similar al ocurrido durante el mes de febrero de 2016, cuando se registró un aumento de los precios de entre el 25% y el 30%, respecto al año 2015.
Aparece en juego el escenario de la enorme diferencia de los precios entre los propios útiles. Según los especialistas, hoy un chico podría completar su kit escolar con un presupuesto que varía entre los $450 y los $4.500, en el caso de elegir los productos de alta gama.
Para la industria de papelería, el retraso del inicio de las clases, estipulado para el 6 de marzo, no hizo más que retrasar el boom de las compras de los útiles.
"Al empezar las clases más tarde, las ventas que antes teníamos en enero, se perdieron. Febrero será un mes vacacional y muchos se irán en la segunda quincena", añadió Iglesias, titular de una entidad que nuclea en la actualidad a más de 5.000 comerciantes del rubro.
Entre los meses de diciembre y febrero se suelen producir el 80% del total de venta de útiles a lo largo del año. A diferencia de veranos anteriores, muchas personas que recibieron el plan de estudio de los jóvenes con anticipación decidieron resolver la actualización de los útiles durante diciembre.
Así y todo, el pico de ventas se mantiene entre enero y febrero.
Ante el posible impacto negativo de los aumentos entre la ciudadanía, los propios fabricantes se esmeran en intentar convencer a los clientes que la compra de los útiles responde a una inversión a futuro y no a un gasto. También concuerdan que los aumentos no son suficientes para equilibrar el golpe de la inflación.
Con la implementación de nuevas categorías de productos y diversos tipos de promociones, los fabricantes y los comerciantes intentarán rebuscárselas para equilibrar la balanza entre sus gastos y los ingresos posteriores. En principio, se espera mantener el mismo nivel de ventas con respecto al año 2016.