Después de la noticia que vuelve a sacudir las páginas policiales del país, con la captura internacional del ‘ruso’ José Rodolfo Lohrman a manos de Interpol en Portugal (cuando cometía un robo), la sociedad correntina vuelve a sacudirse con el inolvidable secuestro de Cristian Eduardo Schaerer, quien cayó a manos de sus captores en la primavera del 21 de septiembre del 2003.
Casi 14 años después se reaviva el caso con la detención en la ciudad de Aveiro en Portugal del hombre más buscado por la policía internacional y la justicia argentina, lo que mueve a su madre Pompeya Gómez a querer entrevistarse “con Lohrman, para saber dónde está mi hijo, quiero saber dónde está Cristian”.
Así respondió, con la voz quebrada, Pompeya, quien anhela encontrarse con el actor intelectual del secuestro más sonado de la historia policial argentina. “Quiero hacerlo para que me diga dónde está mi hijo; nunca perdí las esperanzas de encontrar a Cristian”.
Con el transcurrir de la entrevista con la señal nacional de TN, fue atajando paulatinamente sus ansias, para señalar que “no pienso ir a Portugal, creo que no, porque cuando toman a una persona en estas condiciones tiene que venir a la Argentina a su jurisdicción primero, y después tienen que seguir un procedimiento que no conozco muy bien”.
Esta situación podría tener otra considerable demora hacia la Argentina, teniendo en cuenta que, seguramente, en primer lugar Rodolfo ‘el ruso’ Lohrman tendrá que rendir cuentas en Portugal, donde fue detenido junto a un cómplice y mano derecha cuando cometían un robo.
“No voy a ir a Portugal, no sé cómo es el procedimiento. Porque ellos (interpol – justicia argentina) se tienen que comunicar primero. No es fácil tampoco la vía de extradición”, insistió.
Reflota el caso después de casi 14 años
A Pompeya le preguntaron si en la actualidad, tiene alguna respuesta sobre los motivos por los cuales secuestraron a Cristian. Si obedeció a un ajuste de cuentas contra su ex marido Juan Pedro Schaerer (ex ministro de Salud Pública, prófugo de la justicia correntina desde 1999); o si la banda decidió hacer éste secuestro extorsivo porque ya venía operando en la zona.
La señora Gloria Pompeya Gómez respondió que “Lohrman tiene un montón de secuestros, tanto en Buenos Aires como en el Paraguay”.
“Tampoco mi hijo Gastón, el hermano de Cristian, como yo, cuando le preguntábamos a los otros secuestradores cómo hicieron, porqué lo hicieron; había alguno que contaba sobre el cautiverio, sabíamos todo sobre el trayecto, dónde lo llevaron a Saladas, después cómo lo llevaron a Brasil y cuando -con la voz quebraba contó-; cómo lo ataban, cómo lo bañaban, cómo le pegaban, cómo lo maltrataban, todo me lo contaron los que están detenidos”.
“Tanto unos como otros, que no tenían conexiones entre ellos y no la tuvie sabe dónde está Cristian”, sostuvo avivando un hilito de esperanza.
“Cuando le preguntábamos porqué lo secuestraron, decían que era porque le venían haciendo un seguimiento nada más”.
“Sinceramente, siempre le preguntamos porque, pero nunca nos dijeron nada, no dijeron nunca la verdad”.
“Si me preguntan ¿qué pienso?”.
“Solo quiero encontrar a mi hijo, ni quiero ir a un juicio, solo quiero que me digan dónde está mi Cristian”.
“Hace 14 años que no veo a mi hijo, todas las mañanas me levanto con una nueva esperanza. Hoy está detenido Lhorman, la esperanza y la perseverancia se renuevan”.
De acuerdo a esos dichos, ‘el ruso’ Lhorman es el único que puede saber dónde está Cristian o (Potrillo) Maidana también.
“Según las versiones de todos los presos con los cuales yo hablé, Lhorman es el único que sabe dónde está mi hijo”.
