El fuego devoró más de 6 mil hectáreas de bosque patagónico en el Parque Nahuel Huapi y se extendió a otras zonas, afectando así las especies nativas
Durante la temporada de verano los incendios forestales se registraron en provincias como Chubut, San Luis, Santa Fe, Mendoza, Catamarca y Salta. Sin embargo, la ciudad de Bariloche fue una de las más afectadas dado que los focos de incendio se mantuvieron activos durante más de un mes. Las llamas devoraron una gran cantidad de plantación que hoy empieza a recuperarse mediante la reforestación de plantas nativas.
Luego de los incendios que dejaron graves secuelas en el ambiente, este sábado se desarrolló la primera jornada de plantación de árboles nativos en la zona de Cañadón de la Mosca, ubicada a 70 kilómetros de Bariloche. Allí un grupo de 50 voluntarios se reunieron para dar inicio con las tareas de recuperación ambiental.
El fuego devoró más de 6 mil hectáreas de bosque patagónico en el Parque Nahuel Huapi y se extendió a otras zonas, afectando así las especies nativas. Por tal motivo, en la zona lindera al Río Villegas se dio inicio a la jornada de reforestación donde plantaron 450 plantines de radal, ñire, ciprés y lengas, es decir, las más afectadas por las llamas.
La iniciativa fue impulsada por empresas donantes y 50 voluntarios que se inscribieron para participar de la jornada de plantación. Para garantizar el cuidado y preservación, personal técnico del parque será el responsable de hacer el seguimiento al crecimiento de los árboles que forman parte de un plan de reforestación que continuará en los próximos días.
Más allá de los 450 plantines ubicados en Cañadón de la Mosca, a pocos kilómetros de dicho lugar, en Lago Steffen, otro grupo más amplio de voluntarios se encargó de plantar 1500 plantines de las mismas especies autóctonas, donadas por la Asociación Circuito Verde. Dado que el objetivo consiste en recuperar el daño causado por el fuego, los organizadores anunciaron que las jornadas de reforestación continuarán durante el sábado 21 y domingo 22.
Los voluntarios Matías y su esposa Melina resaltaron a Télam que “va a llevar muchos años la reconstrucción” del bosque nativo y plantearon la importancia de que Parques Nacionales pueda enseñar a plantar y brindar un marco de seguridad para hacerlo y ayudar a la recuperar la zona afectada por el incendio que inició durante la temporada de verano.
Semanas atrás, Neuquén también dio inicio a un plan de reforestación. Uno de los trabajos se llevó a cabo en el bosque quemado de Aluminé, donde 5.200 hectáreas se vieron perjudicadas por el fuego. Allí un grupo de técnicos plantaron 12 mil plantines de araucarias y se estableció un alambrado alrededor de ellos para protegerlos de los animales.
En dicha zona, las tareas de reforestación culminarán en mayo y se retomarán a fin de año cuando las condiciones climáticas lo permitan. En diálogo con el diario Río Negro, el secretario de Ambiente de la provincia Jorge Lara planteó que recuperar los bosques quemados va a tardar “4 o 5 veranos”.
El pasado 7 de diciembre del 2021 se detectaron los primeros focos de incendio tras una tormenta eléctrica. Desde ese momento los pobladores de Bariloche y sus alrededores vivieron semanas de dramatismo debido a que el fuego se expandió durante varias semanas por cerros, valles y cañadones. Debido a las sequías, aumento de temperaturas y falta de lluvias, la situación se torna crítica cada temporada.
A lo largo de varias semanas los operativos se concentraron en los distintos focos de incendios dado que avanzaban y las columnas de humo llegaron a impedir la circulación entre Bariloche y alrededores. Como consecuencia, se detectó que más de 6 mil hectáreas fueron afectadas y por ende, se perdió una gran cantidad de bosque.