Su dueño Anibal, lleva el mismo apellido que la bodega. Es arquitecto de profesión y en 2015 comenzó con este proyecto que se encuentra a 25 minutos del Obelisco. Audaz, estudioso, tenaz, perseverante, Anibal cuenta que en sus comienzos los vinos que se lograban en la bodega, no eran de su
Lee la nota completa en: https://turismocero.com/