El Sumo Pontífice brindó un discurso donde anunció que se reunió con víctimas de abuso.
En su discurso ante obispos en Filadelfia en el último día de su gira por Estados Unidos, el papa Francisco envió un nuevo mensaje sobre el abuso sexual y anunció que se reunió con víctimas de miembros de la Iglesia. Más tarde visitará la prisión de Curran-Fromhold para hablar con un centenar de detenidos, una actividad que a menudo forma parte de sus viajes pastorales.
"Hermanos obispos, buenos días. Llevo grabado en mi corazón las historias, el sufrimiento y el dolor de los menores que fueron abusados sexualmente por sacerdotes. Continúa abrumándome la vergüenza, de que personas que tenían a su cargo el tierno cuidado de esos pequeños les violaran y causaran graves daños. Lo lamento profundamente. Dios llora. Los crímenes contra menores no pueden ser mantenidos en secreto por más tiempo. Me comprometo a la celosa vigilancia de la Iglesia para proteger a los menores y prometo que todos los responsables rendirán cuenta", comenzó Francisco, quien aclaró que había deseado "comunicarles esto", porque venía de reunirse "con un grupo de personas abusadas de niños, que son ayudadas y acompañadas aquí en Filadelfia".
"Los supervivientes de abuso se han convertido en verdaderos heraldos de misericordia. Humildemente les debemos a ellos y a sus familias nuestra gratitud por su inmenso valor, para hacer brillar la luz de Cristo sobre el mal abuso sexual de menores".
Las palabras del Sumo Pontífice llegan en su último de día en la gira por Estados Unidos. El Papa ya había condenado "los crímenes de pederastia, para que no se repitan nunca más", durante un encuentro con obispos cubanos en la catedral de St. Matthew, en Washington. Tras ello, víctimas de abuso sexual habían expresado su descontento porque Francisco no dijo "abuso sexual", sino que prefirió hablar de "momentos oscuros", para criticar ello.
Si bien no se descartaba el encuentro con un grupo de víctimas de sacerdotes pedófilosas palabras de hoy, no previstas en su discurso, sorprendieron a todos los presentes. Filadelfia fue una de las ciudades más devastadas por este escándalo en los años 1980. Francisco habló de lo ocurrido en varias ocasiones durante este viaje, pero siempre de manera discreta. Su antecesor Benedicto XVI se había reunido con víctimas en Boston en 2008.
Cuestionamientos a la cultura del consumismo
"Hablo en castellano porque me dijeron que todos hablan castellano", dijo Francisco, quien provocó las risas de los obispos en más de una ocasión durante su discurso.
"Antes se vendía fiado, había confianza, conocimiento y vecindad. Pero en estas últimas décadas se ha desarrollado y ampliado otros tipos de negocios: los shoppings centers. El mundo parece que se ha convertido un gran shopping donde la cultura ha adquirido una dinámica competitiva", fue la figura que utilizó el Papa para criticar el consumismo.
"No hay un vínculo personal, ya no hay vecindad. La cultura entró en la dinámica de no ligarse a nada ni a nadie. Consumir relaciones, consumir amistades. Consumir y consumir. Un consumo que no genera vínculos. Así, los vínculos son un mero trámite en la satisfacción de mis necesidades y lo importante deja de ser el prójimo. Esta conducta genera una cultura que descarta todo aquello que no sirve", criticó Francisco.
El Papa también llamó a los jóvenes a "animarse" a casarse. "Una señora vino me preocupada y me dijo: «Mi hijo no se va, no se quiere casar»... Señora, no le planche más las camisas", bromeó.