Es común asociar videojuegos a obras que incluyen elementos violentos, a la acción o a mecánicas de disparar. No es de extrañar, pues buena parte de los títulos más exitosas y populares suelen hacer uso de estos elementos. No obstante, hay excepciones. Incluso hay multitud de títulos de carácter antibélico. Uno de los más destacados de los últimos años es 'This War of Mine', un título independiente publicado en 2014 por el estudio polaco 11 bit studios, que buscaba alejarse del clásico foco que solo muestra el frente de batalla y, en cambio, mostrar las consecuencias de las guerras en las principales víctimas: los civiles.
Ocho años después de su lanzamiento —y tras ser recomendado para estudiantes mayores de edad en Polonia—, en medio de la situación actual en Ucrania tras la invasión de Rusia, el juego "es más relevante que nunca". Así lo asegura el actual jefe de Relaciones Públicas de 11 bit studios y uno de los principales escritores de 'This War of Mine', Pawel Miechowski, en entrevista con CNN.
El estudio tenía clara su intención al desarrollar el título: posicionarse contra los conflictos armados y transmitir lo que sufren las personas en la guerra "a aquellas personas que nunca han ido a la guerra o que, con suerte, nunca irán". Tal es su implicación que, a raíz de la guerra en Ucrania, decidieron lanzar una campaña en la que donarían a la Cruz Roja de Ucrania todo lo ganado con las ventas de 'This War of Mine'. El estudio, que ya había logrado vender más de 4,5 millones de copias del juego hasta 2019 (fecha del último informe oficial de ventas), ha conseguido recaudar ahora más de 850.00 dólares con la citada campaña. "Estamos del lado de las víctimas", explica Miechowski.
¿Cómo es 'This War of Mine' y su mensaje antibélico?
Alberto Venegas, doctor en Historia por la Universidad de Murcia y profesor de secundaria en España, explica en diálogo con CNN que el título destaca porque nos permite ver y jugar desde el punto de vista de los civiles y nos hace partícipes de una serie de decisiones que tienen consecuencias.
"Es una falacia reflejarnos o empatizar con el héroe bélico de los videojuegos de gran presupuestos. Nadie tiene esa formación militar, ese entrenamiento militar, esa condición física. Sin embargo, si somos fontaneros, profesores, periodistas, electricistas que en un momento en el que no te lo esperas te cambia la vida".
El objetivo es sobrevivir los suficientes días hasta que se produzca un alto al fuego. Para sobrevivir, hay que conseguir alimentos, medicinas y otros recursos. El problema es que hay más civiles tratando de sobrevivir. Y entonces toca tomar decisiones. El jugador puede robar alimentos a una pareja de ancianos y estos morirán de hambre. También puede dar medicinas a otros supervivientes, a riesgo de ser él quien los necesite posteriormente.
Para lograr que las decisiones de los jugadores tengan peso emocional, Miechowski explica que el título no juzga a los jugadores. "Puedes comportarte como un bandido o como una buena persona. El juego no te dice si lo haces bien o mal, sino que sobrevivas a tu manera. Si haces algo erróneo, más tarde verás las consecuencias de tus elecciones. Entonces, cuando veas esas consecuencias puedes sentir arrepentimiento. Y esa es una emoción muy fuerte que solo puedes lograr en los videojuegos".
En relación a estas emociones el desarrollador incide en que "en la guerra lo más importante es la humanidad. A veces es más fácil ser un bandido, pero ¿realmente estás ganando o estás perdiendo algo realmente preciado como la humanidad?".