Danza y teatro en cuarentena: con protocolo listo piden la reapertura de talleres artísticos. El impacto de la paralización de las actividades por la pandemia del coronavirus también afecta a varias áreas formativas y sociales que si bien no son vitales en una emergencia sanitaria, para muchos son esenciales en la contención y el desarrollo personal y artístico. Pero también en lo económico, porque son el sustento familiar.
A más de cien días del inicio de la cuarentena, y entendiendo que lo primordial es preservar la salud, desde la danza y el teatro local demandan la reapertura de talleres y escuelas con todas las medidas preventivas por covid-19. Para ello ya cuentan con un protocolo sectorial diseñado. Y con esa herramienta específica, entidades del sector gestionan la habilitación gubernamental para retomar las actividades. Por el momento, mantienen la expectativa de una pronta respuesta oficial.
A la par, continúan con algunas clases virtuales enseñando solamente lo básico de la materia, prolongando una fase teórica que poco favorece al desarrollo del alumno o la alumna. En este presente hay muchos factores que influyen, tanto en lo técnico como en lo tecnológico.
“Cuando se decretó el aislamiento social, preventivo y obligatorio por la pandemia, a mediados de marzo, muchos talleres ni siquiera habían iniciado sus actividades del año. A lo sumo, algunos habían comenzado las clases una semana y luego se paralizó todo”, recordaron en diálogo con integrantes de la Asociación Civil Trabajadores Escénicos de Corrientes (Actecor), entidad que tramita una reactivación en el sector, al menos en los espacios formativos.
“Si bien se están dictando clases online, algunos decidieron sólo cobrar el 50%. Sin embargo, los demás espacios artísticos, tanto de teatro como de danza, acordaron hacerlo gratis para poder seguir trabajando con todos los alumnos, porque es un ámbito de contención necesario, incluso desde las casas”, explicó la presidenta de Actecor, Antonia del Carmen Monzón.
“La enseñanza virtual no es completa. Sobre todo, por la necesidad del contacto físico que suele ser fundamental en determinadas especialidades, pero obviamente si se retoman las clases presenciales se va a adaptar todo al protocolo”, aseguró por su parte la secretaria de Actecor y profesora de danza, Lucía Toledo. Al mismo tiempo, aclaró que en las clases online también hay dificultades tecnológicas para los alumnos: “No todos tienen la posibilidad económica de tener una conexión Hi-Fi en internet, y no todos poseen computadoras o un teléfono disponible y adecuado”.
“En cuanto al teatro, la labor es imposible hacerla a distancia. Lo que sí se puede desarrollar son algunas cosas puntuales, algo para niños, como títeres y dramaturgia. Pero dictar clases de entrenamiento avanzado en la materia, en realidad, es imposible”, indicó “Toni” Monzón.
“En danza, se puede empezar con entrenamiento físico; sin embargo, después es un trabajo individual, lo cual queremos retomar, aunque siempre respetando las distancias dispuestas de manera preventiva”, expresó Lucía Toledo, a lo cual Monzón acotó: “La enseñanza que requiera contacto físico se realizará de acuerdo con el protocolo que tenemos para danza y teatro. Seguramente en otro momento se podrá extenderlo y adaptarlo al resto de las disciplinas artísticas, generando de esa manera nuevas herramientas para trabajar. Creo que es el gran desafío que tenemos por delante”.
Protocolo armado
“El 26 de mayo hicimos la presentación de un primer protocolo que diseñamos para la habilitación de los talleres artísticos de teatro y danza. El mismo fue remitido con pedido de audiencia al gobernador (Gustavo Valdés), como también al presidente del Instituto de Cultura (Gabriel Romero) y después a la Secretaría de Cultura de la Municipalidad y al viceintendente (Emilio Lanari)”, contó Monzón.
Dicho protocolo base contemplaba distanciamiento físico, uso de barbijo y otras medidas de prevención vigentes. “Así -continuó Monzón-, el titular del Instituto de Cultura, Gabriel Romero, nos contactó con integrantes del Comité de Crisis del Coronavirus.
Nos reunimos en dos oportunidades y en 15 días tuvimos listo el protocolo final, armado desde el mismo Ministerio de Salud Pública. Y eso es lo que le presentamos la semana pasada al Municipio y, recientemente, a Gabriel Romero”.
En el último encuentro con el titular del Instituto de Cultura, Actecor planteó también la importancia de que la Provincia otorgue una ayuda económica al sector. Petición que está en evaluación y podría resolverse la próxima semana. “En cuanto a poder habilitar las actividades, el pedido está hecho y estamos a la espera de una respuesta”, resumió Monzón.
“Si bien entendemos que en la reapertura no tendremos el mismo movimiento, desde lo económico será un alivio recibir apoyo tras cien días de inactividad. Y si bien algunos tienen ingresos con las clases online, no es suficiente para sostener los espacios”, apuntó Toledo.
“En diálogo con un funcionario coincidimos en que esta problemática puso al desnudo la realidad de la actividad de teatro y la danza tanto a nivel nacional como provincial.
La informalidad es muy grande, lo que significa que al no trabajar no se tiene ningún tipo de ingreso. Y eso hace que, en una situación como la que estamos viviendo, sea realmente crítico el presente del sector. Incluso, hubo algunos salones de danza que terminaron cerrando porque no pudieron sostenerse. Por eso esperamos una pronta reactivación de las clases”, remarcó en el final Monzón.
De esta manera, con estas urgencias, el teatro y la danza local piden pista para reactivar en Corrientes la fase de enseñanza. El arte también lo demanda.