Boca quedó en las puertas de una nueva Copa Libertadores, en lo que respecta a la tercera final perdida consecutiva del título más importante que le es cada vez más esquivo. El conjunto de Almirón, hoy ya ex técnico, perdió ante Fluminense por 2-1 en el Maracaná. Por el lado del equipo brasilero, coronó la primera máxima competición de Conmebol de su historia.
En el partido en Río de Janeiro, Almirón sorprendió con cambios totalmente impensados para ir, con la desesperación de la derrota, en busca del empate agónico que pueda llevarlo a la definición por penales. El entrenador del Xeneize optó por el ingreso de Vicente Taborda, Benedetto, Janson, Langoni, y el más sorpresivo: Bruno Valdez.
El defensor central paraguayo ingresó en lugar de Nicolás Figal, uno de los puntos más altos del partido en Boca. Sin embargo, lo más sorprendente e insólito, es el pedido que le realizó éste a Jorge Almirón desde el banco de suplentes.
El mismo jugador confesó, ante Radio Universo, que le pidió a Almirón poder ingresar como ¡delantero! ya que se tenía mucha confianza para ir en busca del empate. Lo cierto es que, al técnico de Boca no le quedaban muchas alternativas para seguir sumando jugadores al sector ofensivo, ya que había agotado las variantes con los ingresos de Benedetto, Taborda, Janson y Langoni:
“En los últimos minutos, el profe miró para atrás y yo tenía unas ganas inmensas de entrar, ya no teníamos delanteros. Le dije si me podía poner de 9 para buscar los centros, tenía mucha confianza.”
A raíz de esto, el técnico, accedió al insólito pedido de Bruno Valdez y lo colocó como delantero, al lado de Benedetto y Langoni, en su ingreso por Nicolás Figal, dejando así, la zaga defensiva completamente a la deriva tras la expulsión de Frank Fabra.
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