El entrenador cambia permanentemente de esquema y de nombres y no consigue que su equipo tenga funcionamiento y resultados.
Un solo triunfo en 8 fechas de la Copa de la Liga Profesional, ese triunfo ante Barracas Central en la segunda fecha del actual campeonato significa la única victoria en los últimos 14 juegos en cuanto al torneo local si sumamos los 6 partidos del campeonato pasado y las 8 de la actual competencia. Una cosecha muy escasa para un equipo con otras pretensiones. Da la sensación que el mal final del ciclo anterior se trasladó a este comienzo de la era Almirón. Un equipo frágil defensivamente y que para colmo perdió ese poder de fuego que tenía en ofensiva. Entre José Sand (15) y José Manuel López (13) habían marcado 28 goles y desde la llegada del actual entrenador solo coincidieron desde el comienzo de los partidos ante Barracas Central, Estudiantes y Arsenal. Clara demostración que al director técnico no le gusta jugar con los 2 centrodelanteros juntos.
En estas primeras 8 jornadas Lanús nunca repitió equipo, pero tampoco Jorge Almirón puso el mismo esquema de una fecha a la otra, síntoma evidente de no encontrar el rumbo. Algo que en su ciclo anterior fue una marca muy clara, siempre utilizó el 4-3-3 como dibujo táctico. Más allá de que podía cambiar circunstancialmente, el esquema no se tocaba. Sin embargo, en esta nueva etapa en el club, arrancó ante Huracán con ese 4-3-3 dejando a José Manuel López en el banco para comenzar el campeonato. A la fecha siguiente puso a los correntinos juntos y el equipo ganó su único partido ante Barracas. Llamativamente a la jornada posterior ante Estudiantes puso línea de 5 defensores. Volvió al 4-3-3 ante Tigre, luego de un primer tiempo parejo, pero sin demasiadas llegadas en ataque, en el entretiempo puso a José Sand para jugar con las 2 torres en ofensiva. Luego de esto ante Arsenal en Sarandí otra vez utilizó desde el comienzo a los 2 centrodelanteros y el equipo tuvo más peso ofensivo, pero en el entretiempo cambió de esquema y puso línea de 5 defensores, el conjunto del viaducto terminó empatando 2-2.
Llegaron 2 juegos como local, primero ante Colón volvió el 4-3-3 con José Manuel López como referencia en ataque, pocas llegadas. El granate ganaba con una pelota parada y el sabalero lo empató tras un grosero error de Fernando Monetti, luego lo pudo perder. Después el clásico ante Banfield, quizás de lo más flojo del equipo en ofensiva en el torneo. El entrenador en esta ocasión utilizó por primera vez a Alexandro Bernabei de extremo, a Nicolás Pasquini de lateral y a Ignacio Malcorra de interno por izquierda. En el entretiempo sacó a Bernabei y puso a Diego Valeri, otra vez modificando en el descanso.
Ahora lo más reciente ante Vélez fue otra demostración de lo desorientado que se lo nota a Jorge Almirón. En Liniers utilizó un 5-4-1, con Braian Aguirre de volante por derecha y con un planteo muy defensivo. Se encontró con un gol de Nicolás Pasquini en la única ocasión que generó. Pero en el cierre del primer tiempo Vélez lo empató merecidamente y lo ganó en el complemento. Los ingresos de Ángel González y Mateo Sanabria para armar el dibujo táctico que al DT más le gusta, fueron positivos. El granate tuvo más la pelota y contó con 2 ocasiones para igualar el cotejo, una muy clara con González mano a mano con Hoyos. Y encima en una muestra de desconcierto más, Almirón puso a José Sand faltando 3 minutos cuando Vélez había anotado el 3 a 1. Algo que llama muchísimo la atención para con un ídolo del club.
Todo esto demuestra que el entrenador no encuentra la manera de que el equipo juegue bien y consiga resultados. Los futbolistas ante tanto cambio de sistema y nombres perdieron mucha confianza. Claros ejemplos de esto son los rendimientos de Braian Aguirre, Tomás Belmonte y José Manuel López, este último no tiene chances de gol y le cuesta mucho cuando juega solo como referencia de ataque. El granate está último en su zona, entre semana viaja a Venezuela para comenzar su participación en la Copa Sudamericana, luego por el torneo se viene Aldosivi en Cabrero y Guidi, recibir a Barcelona de Guayaquil por la Sudamericana y visitar a Boca.
