El volante zurdo llegó este jueves al mediodía a Potrero de los Funes y selló su vínculo hasta diciembre del 2025.
Son las primeras horas de Nacho Fernández como nuevo jugador de River. Y él, claro, las disfruta a pleno. Por eso, no se quiso perder ningún detalle y este jueves al mediodía llegó a Potrero de los Funes -donde el equipo está haciendo la pretemporada-, a pesar de que no estará en ningún entrenamiento: esta noche es el amistoso ante Unión La Calera en el estadio La Pedrera de Villa Mercedes (a poco más de 100 kilómetros) y el viernes se vuelven a Buenos Aires. En el viaje lo acompañaron Jorge Brito, Matías Patanian y Stéfano Di Carlo.
Pero él quería estar y empezar a conocer a sus nuevos -y viejos- compañeros, además de tener las primeras interacciones en vivo con Martín Demichelis y el resto del cuerpo técnico (ya compartió plantel con Pinola y Lux). Para el DT, Nacho será una pieza importante, seguramente jugando como interior en una línea de tres volantes y aportando juego, jerarquía y gol.
La transferencia
Finalmente, el pase se hace en una suma cercana a los tres millones de dólares (cifra que incluye las dos cuotas que adeudaba el Atlético Mineiro del traspaso que se realizó en febrero del 2021) y el zurdo estará vinculado al club de Núñez hasta diciembre de 2025. Pero para que esto sea posible, hubo una cosa que fue clave: las ganas de Nacho de ponerse nuevamente la Banda. Como tendrá un hijo con su pareja, le comunicó al Chacho Coudet (flamante DT de los brasileños) que su intención era volver al país y jugar en River. De hecho, hasta había rechazado una oferta para renovar su contrato que vencía dentro de un año...
Su deseo se concretó el viernes, cuando ambos clubes se pusieron de acuerdo en los montos y las formas de pago. Esperó unos días más en Minas Gerais, armó las valijas y el lunes fue autorizado por Atlético Mineiro para venir a Buenos Aires y hacerse la revisión médica con el club, hecho que se terminó dando el miércoles. Y acá está. Vuelve al lugar donde supo brillar y mostrar su mejor versión como futbolista después de 656 días y 109 partidos en Brasil, para transformarse en refuerzo de lujo para un equipo que, con nuevo entrenador, apunta al objetivo de siempre: la Copa Libertadores.