El encuentro se disputará a las 20.30 en el Fortín de Liniers. Los dos entrenadores preservarán a la mayoría de los titulares para los compromisos coperos de la próxima semana.
Racing Club, que vuelve a la actividad local tras perder ante Colón la final de la Copa de la Superliga, visitará a Vélez Sarsfield en un encuentro que será afrontado por ambos equipos con formaciones alternativas, debido a que priorizarán sus compromisos de los octavos de final de la Libertadores, en el inicio de un nuevo certamen de la Liga Profesional de Fútbol (LPF).
El cotejo se jugará hoy en el estadio José Amalfitani, en el barrio porteño de Liniers, a partir de las 20.30, con el arbitraje de Germán Delfino.
Un Vélez-Racing en el inicio de una LPF siempre es seductor y promesa de tener un atractivo desarrollo, pero esta vez la expectativa se ve diezmada debido a que a ambos el comienzo del certamen los ubica en plena competencia por la Copa Libertadores y en una instancia de eliminación directa.
Racing viene de lograr un buen empate ante San Pablo de Brasil como visitante (1-1) y el martes próximo define la llave en el Cilindro; mientras que Vélez superó a Barcelona de Ecuador como local (1-0) y viajará a Guayaquil para el desquite el miércoles venidero.
Juan Antonio Pizzi en la “Academia” y Mauricio Pellegrino en Vélez van a reservar a su mejores elementos pensando en el pase a los cuartos de final del torneo continental, por lo tanto el debut en la LPF pasó a un segundo plano por más que coloquen en el campo de juego el equipo más competitivo posible.
Racing precisamente llegó a la final de la Copa de la LPF eliminado a Vélez, en Liniers, tras un 0-0 y definición desde el punto penal. El equipo velezano fue el de mejor campaña en le etapa clasificatoria teniendo como figuras a dos jóvenes surgidos de inferiores como Thiago Almada y Luca Orellano.
Por su parte Racing jugó la final y perdió 3-0 ante Colón luego de haber eliminado a Boca en semifinales tras otro 0-0 y tiros desde los 11 metros. El común denominador de esa campaña en la fase final fue la falta de gol del equipo, pese a la presencia de Enzo Copetti y Tomás Chancalay, y que casi no pateó al arco en los tres cotejos.