El precio de la bolsa de harina de 50 kilos en Buenos Aires subiría al menos un 20 por ciento en los próximos días y quedaría cerca de los 1.000 pesos, tras la remarcación que realizarían los molinos por la devaluación del peso durante junio.
El temor no se hizo esperar en Corrientes, donde el kilo de pan todavía se mantiene por debajo de los 40 pesos en los principales supermercados del centro de la Capital, mientras que el precio recomendado para las panaderías podría rozar los 50 pesos en julio.
El precio de la bolsa de harina impacta en todos los panificados y en la gastronomía, porque también suben los costos para la producción de pizzas, empanadas y otros alimentos hechos por cocineros locales.
Hasta este viernes, los comerciantes correntinos habían bajado la bolsa de 50 kilos a precios que van de 690 a 740 pesos, montos a los que llegó con un incremento del 200 por ciento que acumula desde enero. En sitios de venta por internet, llegaba hasta 800 pesos.
La situación es complicada para los clientes por el encarecimiento de toda la canasta de alimentos. En el caso de los comerciantes, también es preocupante la situación porque, para no perder consumidores, no trasladas todos los incrementos en sus costos o lo hacen en menor proporción.
A su vez, el peso argentino se devaluó un 37 por ciento entre abril y junio y los molinos productores de harina sostienen que todavía les falta otro incremento cercano al 20 por ciento para recomponer sus costos de acuerdo a esa depreciación de la moneda nacional.
En ese sentido, también impacta con fuerza la decisión de los exportadores de vender mayor cantidad de trigo en el exterior y dejar un menor cupo para el abastecimiento de los molinos, lo que hace subir los costos.
“El proveedor me anunció que la bolsa de harina va a estar en los 1.000 pesos”, dijo Roberto, un panadero porteño al ser entrevistado por el canal C5N.