La oferta de venta de carne de a 100 gramos, para disimular el alto precio en sus carteles, que fue lanzada por una cadena de supermercados en la Capital de Corrientes, cumplió esta semana dos años y la crítica situación económica que la misma reflejaba se agudizó durante este tiempo.
La vuelta al mundo que dio esa oferta fue mostrada como un vergonzoso escándalo que advertía el impacto del ajuste económico encarado por Mauricio Macri, cuando apenas el Presidente tenía cinco meses de gestión.
Los diarios de Buenos Aires y de España reflejaron la noticia que representaron los afiches de Supermax en Corrientes cuando ofrecía, con números en grandes tamaños, la carne vacuna de a 100 gramos en sus góndolas.
El caso, que generó una gigantesca repercusión a mediados de mayo de 2016, demostró que en ese momento comenzaba a caer drásticamente el consumo de carne vacuna, lo que luego se confirmó con el descenso en las ventas, al igual todos los productos de la canasta básica de alimentos.
Los carteles de Supermax fueron cambiados y volvieron a ofrecer precios por kilos, que es lo normal, a los pocos días del escándalo mediático desatado. Pero la situación continuó siendo crítica para los consumidores con una alta inflación, caída del consumo en general, merma del salario, tarifazos y devaluaciones.
Los precios de aquella polémica oferta hace dos años eran: los 100 gramos de molida especial a $ 12,49, por lo que el kilo llegaba a $ 124; y la molida común a $ 4,99, es decir, $ 49,90 por kilo. En tanto los 100 gramos de puchero económico, a $ 4,99, casi $ 50 pesos por kilo. Sin mostrar los precios, el kilo de costilla de novillito, el asado más deseado, oscilaba entre $ 115 a $ 123.
¿Y ahora? Los precios de esos cortes de carne crecieron 58,3 por ciento en estos 24 meses, desde que se lanzó la cuestionada oferta, por lo que el kilo de asado de novillito llega a los 190 pesos. En otros supermercados, es más caro aún. Es decir, la carne tuvo un 29,1 por ciento de inflación por año, pero agravada con caída del consumo del producto.
Solo en el primer cuatrimestre de 2016, es decir, en los primeros meses de Macri, la carne había experimentado un incremento del 24 por ciento, inflación que en el resto del año se frenó y redondeó una anual de 29 por ciento mercedes a una fenomenal caída del consumo. En ese mismo periodo, cuando comenzaba a pegar fuerte la suba de precios en general y regía el primer tarifazo en la energía eléctrica, el gas y las naftas, la faena de ganado vacuno se desplomó 5,5 por ciento, según datos de la Cámara de la Industria Cárnica Argentina (CICCRA).
En un mensaje que no le gustaría escuchar al gobierno de Macri, lejos de negar la realidad, el dueño de Supermax, Carlos Irigoyen, salió a defender su oferta de carne de a 100 gramos al considerar que (en 2016) había implementado la misma modalidad que en la crisis de 2001, cuando su cadena recién comenzaba.
Irigoyen habló en ese momento con el diario El País, de España, que publicó la noticia de la polémica oferta. “La cadena de supermercados arrancó en plena crisis 2001-2002 y tuve que agudizar el ingenio para que la gente pueda comprar con lo que tenga en su bolsillo. En esta oportunidad vimos que nuevamente teníamos que volver al medio de comunicación que implementamos en su momento”, argumentó el empresario correntino. “Las compras vienen muy mal, hay un aumento de costos fijos muy importante y en volúmenes venimos con una caída significativa, del 12 por ciento”, agregó.
Dos años después, en mayo de 2018, Irigoyen habló con medios de prensa en Corrientes sobre la caída de las ventas en general y dijo: "Hacemos magia porque no nos dan los números".
