El comercio, las fábricas textiles y los aserraderos son los sectores productivos de la provincia de Corrientes que más sufren el modelo económico en 2018 y que mayor mano de obra emplean, por lo que se teme por la continuidad de despidos de trabajadores con la destrucción de puestos laborales.
Así lo marca un relevamiento de Corrienteshoy.com realizado tras el fuerte impacto de la devaluación de la moneda argentina: hoy subió otra vez el dólar, llegó a 25,10 y el peso cayó 23 por ciento en solo 47 días. Los datos registrados por este medio en la actividad económica de Corrientes coinciden también con informes del Indec sobre la alta inflación de costos para la producción y caídas en las operaciones de compra y venta.
Por su parte, pese a que generan menos puestos de empleos, las inmobiliarias correntinas también se complicaron fuertemente en los primeros cinco meses de 2018 porque la corrida del dólar frenó 6 de cada 10 operaciones de venta de propiedades que tenían previsto realizar, según un promedio que realizaron fuentes del sector. Hay que tener un 23 por ciento más de pesos que hace 47 días para comprar una propiedad que subió su valor a la par de la devaluación.
En tanto en el campo, las actividades hortícolas y citrícolas transitan su peor momento en el marco del deterioro constante que sufren las economías regionales por el aumento en la inflación de costos: ocupan insumos que suben sus precios de acuerdo al dólar porque son importados o tienen componentes que se producen en el exterior. Se suma a esto el aumento constante en el precio del flete, los seguros, el gasoil y las naftas para transportar la producción y realizar tareas en las chacras.
Aserraderos
Entre 2005 y 2015, los mejores diez años del sector, se duplicó la cantidad de aserraderos en la provincia de Corrientes, según datos del Centro Foresto Industrial. En 2005 eran 232 establecimientos industriales de la madera y en 2018 se registran 600. En total, emplean a unos 6 mil trabajadores registrados, un promedio de 10 empleados por aserradero.
Estas Pymes correntinas fabrican palets y contenedores o recipientes de manera (pino y eucaliptos) para los productos de consumo masivo, por lo que caída en la ventas del comercio en general los afecta.
El miércoles 18 de mayo, hace dos días, hubo una reunión de empresarios y gremialistas en Santa Rosa. El diagnóstico analizado es grave: todavía no se realizan despidos masivos de trabajadores, pero hay quite de horas de trabajo y cesantías individuales. Suben semana a semana los insumos, servicios, se corta la cadena de pagos y se teme por un incremento en la desocupación en el sector. El tarifazo eléctrico de más del 400 por ciento en Corrientes las afectó gravemente y elevó todos los pronósticos de la inflación de costos, a lo que ahora se suma la devaluación del peso frente al dólar. El único sector maderero de la provincia que se ve beneficiado por el aumento del dólar es el que menos mano de obra genera: el de los empresarios forestales que se dedican a las exportaciones de materia prima.
Industria textil
Hasta la semana pasada, Corrientes tenía un total de 1700 obreros textiles entre las cinco fábricas de hilo y tejidos de algodón más importantes de la provincia: Tipiotí, Alpargatas, TN Platex, Tenimbó e Iberá. Bajó desde el lunes pasado a 1.660 con los 40 despedidos en Tenimbó, de Esquina. Todas enfrentan serias complicaciones con el aumento constante de las importaciones. Incluso, analizan presentar procedimientos de crisis ante el Ministerio de Trabajo para evitar la quiebra y reducir personal pagando solo el 50 por ciento de indemnización. Las telas, los hilos y la indumentaria que se vende hoy en Argentina es proveniente de Brasil, EE.UU. China, Japón, Corea, Indonesia y otros países asiáticos.
Comercio
En la provincia de Corrientes, la cantidad de trabajadores del comercio privado compite palmo a palmo con la cifra de 85 mil empleados públicos. Solo en la Capital, hay más de 12 mil comercios, entre ellos los supermercados, una cifra que se duplicó entre 2005 y 2015.
Los dueños de las dos cadenas locales de supermercados más importantes, Ricardo Cáceres, de Impulso; y Carlos Irigoyen, de Supermax, plantean desde hace años que la situación es crítica en sus sucursales por la caída de ventas en general, los tarifazos y la mayor cantidad de compras con tarjetas de créditos.
Cáceres dijo esta semana que la caída en las ventas en los supermercados es del 5 al 6 por ciento en abril. Reconoció que existe un traslado a precios de la suba del dólar, por lo que, según explicó, las remarcaciones van del 6 al 10 por ciento en mayo. Su colega Irigoyen también habló en las últimas dos semanas y dijo: “Hacemos magia para nos den los números”.
A todo esto, se observa una tendencia creciente de cierre de locales en el centro de Corrientes.
El presidente de la Asociación para la Industria y el Comercio de Corrientes (APICC), Enrique Collantes, adelantó este viernes que se temen por despidos en los negocios del centro de la capital provincial por caída de ventas y aumentos de costos para mantener los locales.
“El empresario correntino hace mucho esfuerzo para mantenerse, todavía somos uno de los lugares donde menos despidos hubo, pero si esto sigue así peligran más puestos de trabajo”, dijo Collantes.
En el comercio correntino se registran despidos individuales por locales, aun no masivos. El caso de la cadena Fravega dio señales el año pasado de la crisis que se venía en 2018: cerró una de sus dos sucursales en el centro correntino y no volvió a abrir en otro lugar.
