Lanzó nuevas medidas orientadas a alentar el ingreso de divisas y recomponer las alicaídas reservas del Banco Central, como así también tender a cerrar la brecha que hoy separa la cotización oficial de los dólares alternativos.
A dos semanas del endurecimiento del esquema de control de cambios dispuesto por el Gobierno, las autoridades económicas apelaron a nuevas medidas orientadas a alentar el ingreso de divisas y recomponer las alicaídas reservas del Banco Central, como así también tender a cerrar la brecha que hoy separa la cotización oficial de los dólares alternativos. A diferencia de las anteriores resoluciones, orientadas en lo sustancial a contener la demanda, en esta oportunidad los anuncios apuntan a estimular la oferta de divisas.
Con relación al objetivo señalado por el ministro de Economía, Martín Guzmán, de fortalecer las reservas del Banco Central, resulta central la decisión de mantener la tasa de interés en niveles positivo.
Al respecto, un comunicado del Banco Central precisó que “redoblará sus esfuerzos en pos del desarrollo de instrumentos de ahorro e inversión que permitan a los argentinos obtener rendimientos positivos no solo respecto de la evolución de la inflación, sino también en relación a la evolución del tipo de cambio”.
Actuando en consecuencia, la autoridad montería subió cinco puntos la tasa de pases pasivos a un día de plazo ubicándola en 24%. La decisión busca “incrementar el atractivo de los instrumentos financieros en moneda local de corto plazo, en vistas de desalentar comportamientos que podrían afectar el mercado de cambio”, señala el comunicado, o dicho de otra forma, desalentar la compra de dólares.
En otra definición, el Banco Central también reafirmó que “en la actualidad, el nivel del tipo de cambio se encuentra en un nivel competitivo. El tipo de cambio real multilateral se ubica por encima de su promedio histórico, al tiempo que la balanza comercial acumula un importante superávit, ratificado también por el resultado positivo de la cuenta corriente del balance de pagos”. Sin embargo, algunos especialistas consideran que el tipo de cambio no estaría en equilibrio ya que el superávit externo se explica por la fuerte caída de las importaciones que, como es de esperar, aumentarían a medida que avance la recuperación económica.
Precisamente para facilitar el comercio exterior el BCRA abrió la posibilidad de celebrar contratos a futuro denominados en yuanes. Sin embargo, en medios financieros se advierte que esta medida puede llegar a ser contraproducente en función de las negociaciones con el FMI. Explican que los Estados Unidos tienen un peso decisorio en el directorio del organismo y que es sabido el enfrentamiento de la administración norteamericana con China.
Devaluación
Otra decisión fue “abandonar el mecanismo de devaluación uniforme, otorgando mayor volatilidad y manteniendo el nivel competitivo del tipo de cambio real multilateral”. Así, “en el marco de la estrategia de flotación administrada, el ritmo de depreciación diario se adecuará en forma gradual a las necesidades de la coyuntura”.
De esta forma, se quitó previsibilidad a la devaluación, una decisión que llevó a que operadores infieran que existe la posibilidad de una aceleración en el ritmo de depreciación del peso, una interpretación que es negada desde el Banco Central ya que como indica en el comunicado la autoridad monetaria considera que el dólar no está atrasado.
Por otra parte, para incentivar el ingreso de divisas, se redujeron las alícuotas de forma transitoria tanto para las ventas al exterior de grano de soja como para sus principales derivados. Así, la venta de poroto baja de 33 a 30%, para volver a incrementarse en los meses siguientes.
La reacción de los dirigentes del campo a la medida resultó desfavorable. Consideraron que esta reducción “tendrá muy poco efecto” en cuanto a la predisposición de los productores de deshacerse del grano ya que, interpretan, la reducción de los derechos es marginal.
Uno de los factores que explica la demanda de dólares y el retiro de depósitos es la incertidumbre y que se manifestó en las tensiones cambiarias. En este sentido analistas consideran que el gobierno debería haber contado con amplio apoyo de los sectores involucrados. Una de las críticas es las medidas no fueron conversadas o consensuadas con todos los sectores. Miembros de la Comisión de Enlace hicieron conocer su rechazo.
Tensiones
La adopción de estas medidas tuvo como antecedente las últimas ruedas que mostraron una particular tensión en el mercado de cambios. En vez de calmarse, las diferentes cotizaciones del dólar libre subieron y la brecha cambiaria alcanzó niveles récord.
En los últimos días, el BCRA vino vendiendo a razón de 60 millones de dólares por rueda, comprometiendo así las reservas de libre disponibilidad. El mes pasado, la entidad monetaria se desprendió de unos 1.600 millones de dólares. La salida de divisas podría alcanzar los 900/1.000 millones de dólares mensuales al ritmo actual, según advierte un informe de Delphos-Cohen.
Cabe señalar que estudios privados ubican las reservas líquidas por debajo de los 10.000 millones de dólares. A este problema se sumó un aumento en los retiros de depósitos en dólares del sector privado que el propio ministro Guzmán reconoció.
“La propia historia de nuestra economía y la reciente experiencia del último año demuestran que la salida de este difícil proceso no pasa por reforzar los controles cambiarios”, sostiene el economista Gustavo Reyes en un informe de la Fundación Mediterránea. Agrega que si bien acentuar las restricciones puede acotar por un tiempo la salida de divisas, “este recurso se termina agotando, ya que no puede impedir que se frene la oferta de divisas a través de múltiples mecanismos”.
El diagnóstico de las autoridades es que el tipo de cambio se encuentra en niveles adecuados y que no es necesario acelerar la devaluación del peso. En este sentido, se considera que lo peor de la crisis desatada por el coronavirus se registró en abril pasado y que en los próximos meses la economía seguirá recuperándose.
Desde esta perspectiva, el ministro Guzmán anticipó que la recaudación impositiva del mes pasado superó a la inflación una muestra en el sentido el mejor desempeño de los ingresos tributarios es una muestra de la recuperación de la economía.
En la Casa Rosada consideran que se han dado pasos fundamentales para el ordenamiento de la economía. Uno de ellos fue el alto porcentaje de aceptación que se logró en el canje de los bonos con ley extranjera y que permitió salir del default. También señalan como elemento positivo que el Gobierno haya comenzado a tener financiamiento neto en el mercado de pesos.
A su vez, la economía empezó a recuperarse de la mano de la paulatina apertura de las actividades y comenzaron las tratativas con el Fondo Monetario Internacional para elaborar un nuevo programa de apoyo del organismo.
Menos difundido pero igualmente importante, empezó a reducirse el déficit fiscal, tras el profundo desequilibrio que provocó en meses anteriores la atención de la pandemia, con lo que se redujo la emisión monetaria para atender las necesidades del Tesoro.