Los habitantes del país están comiendo casi tres kilos menos por persona que el año pasado, según un informe de la Cámara de la Industria y el Comercio de Carnes y Derivados de la República Argentina (CICCRA). Efectos precio, salario y sustitución
Lejos ya de la publicidad electoral que en 2019 prometía “reabrir” parrilas hogareñas. y a raíz de los elevados precios internos, el consumo de carne vacuna se mantuvo durante octubre en uno de los peores registros de los últimos años, dado que los consumidores prefieren otros cortes como el cerdo o el pollo, según un informe de la Cámara de la Industria y el Comercio de Carnes y Derivados de la República Argentina (CICCRA).
Según el estudio, el consumo de carne vacuna per cápita se ubicó en 47 kilos por habitante/año durante octubre, lo que significó una caída del 5,8% contra igual período de 2020. Los habitantes de la Argentina están comiendo casi tres kilos menos de carne por persona que el año pasado, efecto directo de la suba de precios y el bajo poder adquisitivo de los salarios.
Pese a las medidas adoptadas por el Gobierno, como restringir las exportaciones e impulsar cortes populares a bajo precio, el consumo de carne sigue sin recuperarse. Con una inflación que supera el 52% en los últimos 12 meses, según datos de Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec), el habitante medio prefirió reemplazar la carne por otros cortes o directamente por otros alimentos.
A diferencia de la carne vacuna, la del cerdo ya se ubica en torno a los 20,5 kilos de consumo por habitante y el pollo, casi similar a la vacuna, con 46,5/47 kilos.
En 2008, el consumo de carne vacuna por habitante superaba los 69 kilos, por lo que el nivel actual representa una baja de casi 32 por ciento.
“A lo largo del año la industria frigorífica enfrentó un escenario de escasez de hacienda para faenar, producto de la liquidación de hembras que se extendió entre las primaveras de 2018 y 2020 y que en 2021 se tradujo en una menor zafra de terneros/as”, señaló CICCRA.
Menos faena
En ese contexto, detalló que “en particular, en octubre se faenó un total de 1,063 millones de cabezas de hacienda vacuna, es decir 10,1% menos que en octubre de 2020, corregido por el número de días laborables”.
En 2008, el consumo de carne vacuna por habitante superaba los 69 kilos, por lo que el nivel actual representa una baja de casi 32 por ciento
“Fue la novena baja interanual en lo que va del año. Sólo en marzo se registró una variación positiva”, precisó la entidad empresaria.
Asimismo, agregó que “en el acumulado de los primeros diez meses de 2021 se faenó un total de 10,72 millones de cabezas de hacienda vacuna”. Y precisó que “este número resultó 7,5% menor al de enero- octubre de 2020 (-9,5% cuando se ajusta por el número de días laborables)”.
Sobre la producción, dijo que en octubre pasado se ubicó en 246.000 toneladas res con hueso. “En relación a octubre de 2020 se observó una disminución de 8,8%, corregida por días laborables”, sostuvo.
Los habitantes de la Argentina están comiendo casi tres kilos menos de carne por persona que el año pasado, como consecuencia directa de la suba de precios
Cabe recordar que a mediados de mayo pasado, las autoridades decidieron cerrar de manera amplia por espacio de un mes las exportaciones de carne vacuna ante la escalada de los precios internos y por irregularidades detectadas en operaciones de exportación.
Al vencer ese plazo, los ministerios de Desarrollo Productivo y de Agricultura, Ganadería y Pesca diseñaron un nuevo esquema que liberó parcialmente las exportaciones a un volumen equivalente al 50% de los que se enviaba al exterior un año atrás.
Aunque las limitaciones no comprendieron las cuotas de exportación Hilton a Europa, así como tampoco la carne kosher.