Porteños y bonaerenses pagan $4,32; aquí el valor del kilovatio/hora cuesta $11,39. Chaco y Misiones con tarifas similares.
Rareza de la Argentina, que se ufana de un presunto régimen federal, aunque las decisiones se toman y siempre son provechosas para el puerto de Buenos Aires: el precio de la energía mayorista es igual para todo el territorio nacional, sin embargo el costo final por kWh para los usuarios no es el mismo. Más allá del consumo particular y las condiciones, en cada provincia el valor de la energía puesta en el medidor hogareño tiene un costo distinto, incluso antes de que apliquen los cargos variables por distribución y los impuestos de rigor. Ejemplo: en Corrientes se paga por la luz hasta un 165 % más de lo que abonan porteños y bonaerenses.
Dicho de otro modo, la Dpec factura a sus clientes un valor de casi dos veces lo que Edenor y Edesur le aplican a su clientela.
Algo parecido, con más o menos diferencia, les sucede a chaqueños, misioneros y a otros tantos millones de argentinos que viven en la angaú "Argentina profunda", de la que tanto hablan los candidatos y dirigentes de toda laya. ¿Hay una explicación? Sí, pero no es la que ensayan los políticos cada vez que hablan de este tema.
El precio de la energía domiciliaria -tanto como la que necesitan productores, comercio e industria- tiene una dispersión fenomenal según la región del país y se debe -dicen- al Valor Agregado de Distribución (VAD) que cada empresa les cobra a sus clientes y que es autorizado por los entes reguladores provinciales, excepto en el Amba (Área Metropolitana de Buenos Aires) que se encuentra bajo jurisdicción nacional, es decir el gobierno de turno. En este caso están bajo la tutela de la administración de los Fernández (Alberto, el Presidente, y Cristina la vice).
Pues bien, la ecuación no cierra -a favor de los usuarios-, ya que si el proveedor entrega la energía al mismo precio a todas las provincias, ¿por qué Edenor y Edesur facturan el kilovatio a $4,32 mientras la Dpec o Secheep lo liquidan arriba de $11?
La distancia entre la tarifa de las distribuidoras porteñas/bonaerenses y la de Corrientes o Chaco, y en menor medida la de Misiones, es de un 165%. Corresponde al valor del Residencial Nivel 3, es decir, clientes de ingresos medios, a los que se les mantuvo una parte de los subsidios.
Para la comparación se cotejaron los cuadros tarifarios de la Dpec (Dirección Provincial de Energía de Corrientes), Secheep (Servicio Energético del Chaco Empresa del Estado provincial) y Emsa (Energía Misiones Sociedad Anónima); además también se revisaron las planillas actualizadas de Edenor y Edesur. La provincia de Formosa no forma parte del estudio porque tiene el tarifario de energía más bajo no solo de la región, sino del país, a tal punto que compite con Edenor y Edesur. Otra rareza de la Argentina: Gildo Insfrán le gana por lejos, en esta materia, a otros gobernadores kirchneristas y lo hace a base de puro subsidios.
Como sea, el punto es que tanto Corrientes como Chaco tienen tarifas prácticamente idénticas, el valor del kilowatt hora marcha a la par con sutiles diferencias según la cantidad de consumo, que en la cuenta final no hace una diferencia. Misiones tiene un tarifario con precios apenas más bajos.
La disparidad notoria entre una y otra distribuidora es el valor del cargo fijo, muy alto -extremadamente alto- en Corrientes y más moderado en Chaco y Misiones.
Respecto de los valores que aplican Edenor y Edesur hay una considerable diferencia, no solo para el Residencial Nivel 3 -ingresos medios- también en el Nivel 1 -ingresos altos- y el Nivel 2 -los más humildes-. Otro ejemplo, tomando como referencia el Nivel 3: el excedente de 600 kW la Dpec factura a $13,65, mientras que Edenor o Edesur factura a $9,36 lo que significa un 45,7% más para los correntinos. El escalón siguiente en el tarifario de la Dpec es el excedente de 1.100 kW que se factura a $21,13 frente a los $9,36 lo que representa una diferencia en contra para los correntinos de 125,6%.
La asimetría no solamente afecta a Corrientes, gran parte del país corre en desventaja frente a los privilegios de Capital Federal y Buenos Aires. En la semana que acaba de terminar se conoció un informe del Observatorio de tarifas y subsidios, un organismo que forma parte de la UBA y el Conicet; que brindó una radiografía del precio de la energía eléctrica que pagan los argentinos en cada jurisdicción según su nivel de ingresos. Del estudio se desprende que porteños y bonaerenses, en todos los niveles, gozan de una situación privilegiada. Rareza que nadie puede (o se anima a) explicar.
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