Los trabajadores bancarios de todo el país irán al paro por 48 horas la semana que viene, tras la negativa de los bancos y del Gobierno de Mauricio Macri de elevar la oferta de aumento salarial que sigue estancada en 15 por ciento anual, muy por debajo de la inflación proyectada para 2018.
El paro se llevará adelante los días martes 17 y miércoles 18 de abril; estaba previsto que se realice este jueves y viernes, pero la Asociación Bancaria que lidera Sergio Palazzo decidió postergarlo para la semana que viene.
La decisión de continuar con medidas de fuerza fue comunicado este mediodía a todos los empleados bancarios, de entidades públicas y privadas, de las distintas sucursales de la provincia de Corrientes.
Fuentes del gremio correntino consideran que la semana que viene la huelga tendrá un acatamiento casi total debido al enojo que existe en los trabajadores por parte de los empleados con las empresas y el ministerio de Trabajo de la Nación, a cargo de Jorge Triaca.
Es que además del 15 por ciento en cuotas, también generó mucho enojo la decisión del Gobierno y de los bancos de pagar este año solo la mitad de la jornada por el Día del Empleado Bancario. Pero además, justamente hoy, se conoció que cada mes son más los que pasan a pagar el cuestionado impuesto a las Ganancias, siendo que Macri había prometido eliminarlo.
La propia AFIP informó este miércoles que la cantidad de trabajadores argentinos (en general) afectados por el impuesto a las Ganancias aumentó un 78,86 por ciento en los dos primeros años de Gobierno de Macri.
Con respecto a los bancarios, Sergio Palazzo mantuvo este miércoles una reunión con los presidentes de la Asociación de Bancos Argentinos (ADEBA) y de la Asociación de Bancos de la Argentina (ABA) para tratar de destrabar el conflicto.
Los presidentes de la Asociación de Bancos Públicos y Privados (ABAPPRA) y de la Asociación de la Banca Especializada (ABE) no formaron parte de las deliberaciones dado que se encuentran en el exterior hasta este jueves.
En el encuentro las cámaras ofrecieron formalmente un aumento salarial para 2018 en tres cuotas, que se pagarían: un 7 por ciento retroactivo a febrero (que ya abonan), un 4 por ciento en julio y un 4 por ciento en octubre.
Es decir, los bancos insisten en dar solo un 15 por ciento durante el año, tal como lo pide Macri. Con ese porcentaje, perderán al menos cinco puntos porcentuales con respecto de la inflación que, según se estima, estará por encima del 20 por ciento.