La actividad de la construcción en Argentina registró en junio pasado una caída del 14,8 % frente a igual mes de 2019, en medio de las medidas de aislamiento dictadas para hacer frente a la pandemia de la COVID-19.
El resultado del sexto mes del año es, pese a ser negativo, de bastante menor magnitud al desplome interanual del 75,6 % registrado en abril, un derrumbe sin precedentes en el sector de la construcción argentino, y a la caída del 48,6 % verificada en mayo.
Según informó este miércoles el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec), el nivel de actividad del sector creció un 38,6 % frente a mayo y acumuló en el primer semestre un descenso interanual del 37,8 %.
Con el resultado verificado en junio, el indicador sumó 22 meses consecutivos con bajadas interanuales que se han profundizado enormemente a partir de las medidas de aislamiento obligatorio que rigen en Argentina desde el 20 de marzo y que llegaron a paralizar las obras de construcción, las cuales, lentamente, comienzan a reactivarse.
De acuerdo con el informe oficial, los puestos de trabajo registrados en el sector privado que dependen de la construcción bajaron un 29,1 % interanual en mayo último, hasta los 314.217.
En tanto, según los resultados de una encuesta realizada por el Indec a grandes empresas del sector, el 53,2 % de las firmas que realizan obras privadas prevé que el nivel de actividad del sector disminuirá durante los próximos tres meses, mientras que el 38,3 % cree que no cambiará y sólo un 8,5 % que aumentará.
Entre las empresas dedicadas fundamentalmente a la obra pública, el 50,7 % opinó que el nivel de la actividad disminuirá entre julio y septiembre, mientras que 37,7 % cree que no cambiará y 11,6%, que se incrementará.
Las cifras oficiales indican que en 2019 la actividad de la construcción en Argentina se desplomó un 7,9 %, a tono con la recesión económica que vive la segunda mayor economía suramericana desde hace poco más de dos años.