La grave crisis que afecta al comercio en general y a los supermercados y cadenas de electrodomésticos en particular, hacen peligrar miles de puestos de trabajo. Recientemente el líder gremial de comercio Armando Cavalleri, pautó un módico aumento de sueldos para sus afiliados, ante la posibilidad cierta que cuando más aumentan los sueldos, los despidos iban a ser mayores.
Un cajero de supermercado con varios años de antigüedad, gana unos 1.200 dólares por mes, incluyendo cargas sociales. Un cajero brasileño 700 dólares con las cargas, un español 1350 y un paraguayo 400 dólares.
Los comercios menguaron drásticamente las ventas por varias razones. El sinceramiento de las tarifas disminuyó el poder de compras de los sectores populares. El aumento del transporte, afectó el poder adquisitivo, los planes de turismo con largas cuotas y altos intereses, los créditos hipotecarios a muy elevados interés que crecen al ritmo de la inflación, los créditos de las financieras que cobran intereses usurarios hacen que el dinero vaya a cubrir otras obligaciones, agregando la suba de los alquileres, la expensas y la inflación que afecta a todos. Los comercios en continua disminución de las ventas y un constante aumento de los gastos.
A todo ello se le debe agregar el gran aumento de las ventas online, que por comodidad, precio y alguna otra ventaja, compiten con las cadenas de electrodomésticos afectando su volumen de ventas. Es uno de los sectores más afectados, por la caída del poder adquisitivo y las ventas online. La suba del dólar hace que los productos importados aumenten su valor.
Los supermercados, ofrecen productos con su marca para atraer a los clientes, pero no le reditúa económicamente, al igual que las ofertas del 3x2.
La situación es grave, si el gobierno nacional achica sus estructuras dejando gente en la calle, sin trabajo, si los comercio ídem, puede generarse una muy grave situación social. La tensión aumenta. No existe economista en el mundo que pueda manejar esto, sin producir un gran deterioro en el nivel de vida, en especial de los más humildes.
Por. Francisco Frezzini