Mientras el servicio de gas natural sufrirá un tarifazo del 40 por ciento, aquellas zonas en donde no hay red también sentirán un fuerte aumento en las garrafas, con subas del 16,7 por ciento, con las que se acumula un 61,3 por ciento de incremento en los últimos 12 meses.
El Gobierno autorizó este miércoles, a través de la Disposición 5/2018 publicada en el Boletín Oficial, a las empresas distribuidoras de gas licuado de petróleo (GLP) a aplicar subas con las que el precio final del tubo de 10 kilos ascenderá a 216 pesos.
Según los datos que brindó el ministro de Energía y Minería, Juan José Aranguren, esta medida afectará a 5,3 millones de hogares en el país, que aún son abastecidos con garrafas de GLP. De estos, unos 2,5 millones son beneficiarios del plan Programa Hogar, por lo que reciben un tubo de 10 kilos con un subsidio del Estado.
Los más afectados serán los habitantes de aquellas zonas del Gran Buenos Aires o Gran Córdoba donde todavía no hay red de gas natural, y de las provincias de Corrientes, Chaco, Formosa y Misiones, en las que tampoco hay ese servicio.
De esta manera, desde el 1ro de abril, la garrafa de 10 kilos pasará de 185 a 216 pesos, lo que equivale a un alza de 31 pesos. El precio ya había aumentado en diciembre, cuando se ajustó un 37,7 por ciento, por el que pasó de 135 a 185 pesos; es decir que en el último año, el tubo lleva acumulado un tarifazo del 61,36 por ciento.
La disposición también establece que la garrafa de 12 kilos pasará a un precio de 234,57 pesos y la de 15 subirá hasta los 293,21, sin tener en cuenta el 10,5 por ciento del IVA o los gastos de envío a domicilio.