Los correntinos comenzaron a recibir esta semana un nuevo tarifazo que va del 30 al 48 por ciento en las boletas de energía eléctrica que envía la DPEC, como consecuencia de la eliminación del subsidio provincial y del incremento en el precio aplicado por el Gobierno de Mauricio Macri.
Este incremento se suma a otro que fue del 50 por ciento en marzo pasado, por lo que Corrientes ya acumula un tarifazo que va del 80 al 98 por ciento en el primer semestre de 2018. En esa oportunidad, la DPEC informó que iba a ser del 30 por ciento, pero sus boletas confirmaron que el precio por unidad de consumo subía en un 50 por ciento.
El nuevo tarifazo fue confirmado por fuentes de la DPEC a Corrienteshoy.com, a la vez que el diputado justicialista Martín Barrionuevo difundió un cuadro explicativo con la misma información.
A partir de ahora, aquellas familias que pagaron en junio 1.048 pesos por mes pasarán a abonar 1.449 pesos en julio, lo que equivale a consumir 1.000 KWh bimestrales, una cantidad que necesita un hogar donde viven cuatro personas y sin derrochar.
En tanto aquellos que consumen hasta 1.800 KWh bimestrales pasarán al escalofriante precio de 2.637 pesos por mes, unos 5.274 pesos bimestrales, de acuerdo a los cálculos de Barrionuevo.
“En silencio, la DPEC ya está aplicando estos precios en las boletas que vencen en julio porque han eliminado todos los subsidios provinciales”, dijo Barrionuevo en contacto con este medio.
En verdad, ni la gestión de Gustavo Valdés, ni el interventor de la DPEC, Alfredo Aun, informaron oficialmente los motivos de este nuevo incremento. Los funcionarios no hablan de los costos de la energía que pagan los correntinos desde que aplicaron en marzo el aumento anterior.
Para encuadrarse en la tarifa social, que es hasta 600 KWh bimestrales, las familias no tendrían que usar equipos eléctricos de frío y ni de calor, es decir, tendrían que vivir en una casa con pocas luces y sin hornos, termotanques, calefones, acondicionadores de aire y, mucho menos, estufas y calefones baratos.
Por ejemplo, una pequeña vivienda de 48 metros cuadrados, en la que viven solo dos personas, registra un consumo de 750 KWh bimestrales con la utilización de 7 lámparas LED, un termotanque de 55 litros, un horno eléctrico, una heladera común, un TV y un aire de 3 mil frigorías. Es decir, debería reducir gran parte el uso de esos equipos para bajar a 600 KWh y solicitar la tarifa social tan promocionada por el Gobierno correntino.
Esta es la primera vez que la DPEC sube sus precios por eliminacón de los subsidios locales por una decisión del gobierno de Corrientes, en este caso del gobernador Gustavo Valdés. El Estado provincial destinaba fondos para que la tarifa de luz sea menor para el bolsillo de los usuarios. Es decir, se aplica a mitad de 2018 un ajuste por decisión provincial.
A su vez, la decisión se da en sintonía con el ajuste nacional que aplica Mauricio Macri en las tarifas energéticas en una decisión que es duramente cuestionada por sus valores y porque, además, el Gobierno central sigue sin informar a los usuarios cómo se compone el precio de la electricidad.
Lo único que se sabe, por especulación, es que las boletas de luz y el precio del gas seguirán subiendo porque están dolarizados y la devaluación del peso argentino tiene una gran influencia en ese sentido.
Todas las provincias argentinas habían sostenido fondos para subsidiar sus tarifas por recomendaciones de los gobiernos de Néstor y Cristina Kirchner, entre 2003 y 2015, con el objetivo de que las boletas de servicios públicos no representaran un obstáculo para las inversiones y del consumo de la gente en el comercio minorista.