Según explicaron representantes del sector, el aumento se debe al faltante de materias primas y a la suba del dólar en los últimos días, que impiden a los proveedores definir los precios.
En medio de las remarcaciones y la suba del dólar, la industria panaderil anunció un nuevo golpe al bolsillo de los consumidores. A partir de agosto, se estima que el kilo de pan rondará entre los $320 y $340, aunque no descartan que en ciertas panaderías -por sus estructuras- alcance los $400.
La suba se produce por el gran faltante de materias primas, el aumento que registró la harina en las últimas semanas y el resto de los insumos necesarios para ser elaborado.
El presidente del Centro de Panaderos 27 de Abril de Avellaneda, Gastón Mora, señaló que los proveedores de harina, margarina y otros insumos básicos no hacen entregas a la espera de definir nuevos precios.
En ese sentido, expresó: “Vemos con mucha preocupación lo que está pasando a raíz de la cuestión económica, el dólar con una corrida importantísima, la especulación al pie del cañón y nosotros en el medio tratando de subsistir”.
En ese sentido, reclamó respuestas al Gobierno y espera llegar a un acuerdo en la reunión que la Federación Argentina llevará a cabo la semana próxima con el Secretario de Comercio, Martín Pollera. “Necesitamos medidas urgentes para ver de qué manera se puede resolver la situación y llegar a buen puerto”, expresó Mora.
Según el último relevamiento de precios del INDEC, el kilo de pan francés tipo flauta costaba, en el Gran Buenos Aires, promediaba en junio unos $311,80. Aunque se sabe que en los distintos barrios, el pan tiene valores diferentes.
La faltante de harina a precios subsidiados
Desde la Federación Industrial Panaderil de la provincia de Buenos Aires, señalaron que el problema es que no están recibiendo las harinas a precios subsidiados, como contempla el Fondo Estabilizador del Trigo que impulsó el Gobierno. Con lo cual se trasladarán los costos al precio del producto.
Según lo que explicaron desde la entidad, hay comercios que todavía tienen stock de esta harina, pero el problema se va a suscitar si antes de la semana que viene no hay una solución porque los molinos no están entregando. Por otro lado, no todas las panaderías reciben la harina subsidiada.
La bolsa de harina de 25 kilos (subsidiada) que utilizan las panaderías cuesta $1346 más impuestos, pero sin subsidios, cuesta $2.500. Por esa razón, el kilo de pan, que hoy está a $300 o $320, puede pasar a $340 si consiguen harina subsidiada. Pero si, deben utilizar el insumo sin el subsidio oficial el precio del pan podría trepar hasta los $400.
El aumento seguramente se trasladará al precio de las facturas dado que, según los panaderos, también se registran mayores costos en otros insumos como grasas, azúcar y margarinas, entre otros elementos que utilizan en esos alimentos.