Desde mayo no se requerirá más el trámite de permiso para las playas. Si bien habrá guardia permanente en la arena, no se podrá ingresar más al agua desde estas costas habilitadas al turismo.
La temporada de playas culminará el 30 de abril y desde entonces se podrá bajar a la arena sin el requisito del permiso digital, una restricción que fue implementada en octubre del año pasado.
Es decir, desde mayo estará prohibido el ingreso al agua del río Paraná para bañistas. Sin embargo, las actividades turísticas en torno al agua, como los paseos en kayak, continuarán normalmente y con protocolos actualizados para los grupos.
De este modo, la temporada actual alcanzará los siete meses de duración, un propósito que anteriormente no se pudo completar ante la cuarentena estricta por la pandemia de covid-19.
Vaivenes
También hubo dos interrupciones en el transcurso. La primera en noviembre cuando la capital correntina pasó a fase 3 de la pandemia y como parte de las medidas restrictivas.
La segunda ocasión sólo afectó a la playa Islas Malvinas, cuando en enero el río Paraná tuvo un repentino repunte y puso en dudas la seguridad del balneario. Luego de trabajos de refacción volvieron a abrir. Los grupos de natación ya se mudaron otra vez y desde hace un mes a los clubes con pileta, pero los paseos en kayak continuarán durante los fines de semana, siempre y cuando las condiciones climáticas lo permitan.
Al final de la temporada de balnearios se le suma la bajante que mantiene al río Paraná por debajo del metro y medio, y deja a descubierto los bancos de arena que rodean a la Capital. Frente a esto, la Municipalidad de Corrientes argumentó que las únicas playas habilitadas como balnearios, y por lo tanto seguras, son las cinco playas públicas y las de los clubes deportivos.
“La playa continúa todo el año abierta, se puede ir a caminar y a tomar sol, pero no se puede ingresar al agua”, precisó a El Litoral el director del área, Juan Xifra.
Viaje seguro
La primera quincena de enero fue la que logró mayor concurrencia de personas, incluso en un momento en el que todavía regían las restricciones para entrar a Corrientes.
Eso es también lo que marca a esta temporada, que ante las recomendaciones de evitar los viajes, las playas fueron una opción exclusiva para correntinos.
Más de 55 mil personas llegaron a las playas correntinas en la primera quincena de enero.
De todos modos, se implementó desde octubre un protocolo sanitario para garantizar las “burbujas” de distancia física. La regulación de los permisos digitales logró entonces cambiar el paisaje de los arenales.
Por ejemplo, la playa Arazaty dejó de tener aglomeraciones así como cambió la forma de usar los espacios públicos por medio de las burbujas.
Por otra parte, en diciembre Corrientes obtuvo el sello “Safe Travel”, expedida por el Sistema Argentino de Calidad Turística (Sact), dependiente del Ministerio de Turismo de la Nación.
