Científicos del Instituto de Investigación del Cáncer de Londres probaron una combinación de fármacos de inmunoterapia que resultó eficaz y tuvo menos efectos secundarios que la quimioterapia.
Científicos del Instituto de Investigación del Cáncer de Londres (ICR, por sus siglas en inglés) y del Royal Marsden probaron un nuevo y revolucionario tratamiento contra el cáncer que logró eliminar tumores en pacientes terminales.
Los investigadores probaron un cóctel de medicamentos de inmunoterapia estimulando el sistema inmunológico de los pacientes para matar las células cancerosas. Esta combinación de drogas generó “una tendencia positiva en la supervivencia” de pacientes que en principio se creía que ya no podían ser sanados, dijeron los investigadores.
The Guardian relató la experiencia de Barry Ambrose, de 77 años, a quien le diagnosticaron cáncer de garganta en 2017. En ese momento, los médicos le advirtieron que la metástasis que presentaba no le daba esperanzas de vida. El hombre relató al periódico británico el momento “asombroso” que vivió cuando las enfermeras lo llamaron semanas después de que se uniera al nuevo estudio para decirle que su tumor había “desaparecido por completo”. El hombre se curó del cáncer y pasó la semana pasada en un crucero con su esposa.
El tratamiento consiste en una combinación de los medicamentos nivolumab e ipilimumab. Los científicos que participan de los estudios afirmaron que produjo una reducción en el tamaño de los tumores de cabeza y cuello en pacientes con enfermedades terminales. En algunos, su cáncer desapareció por completo, y los médicos se sorprendieron al no encontrar ningún signo detectable de enfermedad.
Estos ensayos hacen pensar al equipo de expertos que la combinación de los dos medicamentos de inmunoterapia podría resultar en una nueva arma eficaz contra varias formas de cáncer avanzado. Los resultados de otros ensayos de la combinación de fármacos han sugerido previamente beneficios similares para pacientes terminales con cáncer de riñón, piel e intestino.
Además de aumentar las posibilidades de supervivencia a largo plazo de los pacientes, dijeron los científicos, el tratamiento de inmunoterapia también desencadenó muchos menos efectos secundarios en comparación con la naturaleza a menudo agotadora de la quimioterapia “extrema”, que es el tratamiento estándar que se ofrece a muchos pacientes con cáncer avanzado.
Los resultados del ensayo de Fase III, que involucró a casi 1.000 pacientes moribundos con cáncer de cabeza y cuello, fueron tempranos y no estadísticamente significativos, pero aún fueron “clínicamente significativos”, dijo el ICR, y algunos pacientes vivieron meses o años más y sufrieron menos efectos secundarios.
”Estos son resultados prometedores”, dijo la profesora Kristian Helin, directora ejecutiva de ICR. “Las inmunoterapias son tratamientos más amables e inteligentes que pueden aportar importantes beneficios a los pacientes”.
Las estadísticas del Reino Unido indican que aproximadamente 12.000 personas son diagnosticadas con cáncer de cabeza y cuello cada año y muchas serán diagnosticadas en etapas avanzadas. Existe una necesidad urgente de tratamientos mejores y más amables para estos pacientes que puedan mantenerlos con vida por más tiempo que el estándar de atención actual.
En el caso de Ambrose, 77 años, cuando le diagnosticaron cáncer de garganta en 2017, le dijeron que ya se había extendido a sus pulmones y que los cuidados paliativos hospitalarios eran su única opción. Pero poco después se le ofreció unirse al nuevo estudio. “Cuando me dijeron sobre el diagnóstico no dudé en unirme, ¿qué tenía que perder? Resultó ser un salvavidas”, recordó.
“Aunque tuve que hacer viajes quincenales desde Suffolk al hospital para recibir el tratamiento, prácticamente no tuve efectos secundarios y pude continuar con normalidad haciendo las cosas que amo: navegar, andar en bicicleta y pasar tiempo con mi familia”. Aproximadamente ocho semanas después de comenzar el tratamiento, las exploraciones revelaron que el tumor en su garganta había sido erradicado”. Cuando las enfermeras de la investigación me llamaron para decirme que, después de dos meses, el tumor de mi garganta había desaparecido por completo, fue un momento increíble”, relató.
“Si bien todavía había enfermedad en mis pulmones en ese momento, el efecto fue asombroso”, agregó. Más tarde se sometió a quimioterapia, seguida de cirugía y actualmente no tiene evidencia de enfermedad. ”El tratamiento que he recibido en el Royal Marsden ha sido insuperable y soy muy afortunado de que hayan seguido encontrando el tratamiento que funciona para mí”, dijo Ambrose. La semana pasada disfrutó de un crucero por la costa del Reino Unido con su esposa, Sue, contó a The Guardian.
Los resultados del ensayo muestran que la combinación de inmunoterapia tuvo una tasa de éxito particularmente alta en un grupo de pacientes cuyos tumores tenían niveles altos de un marcador inmune llamado PD-L1. Las tasas de supervivencia en aquellos con niveles altos de PD-L1 que recibieron el cóctel de inmunoterapia fueron las más altas jamás reportadas en un ensayo de terapia de primera línea de cáncer de cabeza y cuello recidivante o metastásico. Estos pacientes vivieron un promedio de tres meses más que los que recibieron quimioterapia. La mediana de supervivencia general de estos pacientes fue de 17,6 meses, el promedio más alto jamás informado en este grupo de pacientes.
Los investigadores dijeron que esperaban que los hallazgos futuros del ensayo CheckMate 651, financiado por Bristol Myers Squibb, mostrarán más beneficios de la terapia en pacientes con cánceres avanzados de cabeza y cuello.
”A pesar de la falta de significación estadística, estos resultados son clínicamente significativos”, dijo el profesor Kevin Harrington, profesor de terapias biológicas contra el cáncer en el ICR y oncólogo clínico consultor en el Royal Marsden, quien dirigió el ensayo CheckMate 651. “Tendremos que hacer un seguimiento más prolongado para ver si podemos demostrar un beneficio de supervivencia en todos los pacientes del ensayo”, dijo.
Varios estudios para combatir el cáncer sin el uso de quimioterapias vienen avanzando en distintas partes del mundo y para otras variantes de la enfermedad. La semana pasada se conoció que un estudio reciente demostró que la combinación de un medicamento llamado ribociclib combinado con una terapia endocrina denominada letrozol podría extender la vida de las mujeres con cáncer metastásico por más de 5 años de un subtipo muy frecuente de cáncer de mama, conocido como RH+ HER2-.
Esto se traduce, en nuevas oportunidades terapéuticas. El nombre del estudio es MONALEESA-2 y fue publicado hoy en el Congreso Anual de la Sociedad Europea de Oncología Clínica, que se realiza hasta el 21 de septiembre.
El estudio comparó la combinación de ribociclib con letrozol versus placebo más letrozol como tratamiento de primera línea de tratamiento en mujeres postmenopáusicas en estadio metastásico con tumores RH+ HER2-; y dio como resultado una mejoría estadística y clínica muy importante en la sobrevida de las personas afectadas.
“Es un tratamiento que revolucionó el cuidado en cáncer de mama”, aseguró, en diálogo con Infobae, la doctora Victoria Costanzo (MN 107.692), médica especialista en Oncología Clínica, Subjefa de la Unidad de Cáncer de Mama del Instituto Alexander Fleming y docente de la Residencia de Oncología del Hospital Madariaga de Posadas, Misiones. Según la experta, las pacientes luego de recibir esta terapia oral, viven mucho mejor: “Esto significa tomar pastillas en su casa y solo ir cada tanto a controlarse, esto es independizarse de las inyecciones endovenosas y liberarse del malestar. Viven más y mejor”.
El combo de diagnósticos tempranos y exactos combinados con inmunoterapias que restauran la respuesta inmunitaria para que el propio organismo sea capaz de defenderse de la enfermedad, está ampliando el panorama científico también respecto del cáncer de pulmón.
Esta enfermedad está dividida en dos grupos, que varían según el aspecto de las células a través del microscopio. Por un lado, está el Cáncer de Pulmón de Células No Pequeñas (CPCNP) y, por otro, el Cáncer de Pulmón de Células Pequeñas (CPCP). El primero afecta al 70% de los pacientes, y el segundo al restante 30%.
El tratamiento aprobado es la inmunoterapia denominada “atezolizumab”, está destinado a personas del 1er grupo en estadios avanzados de la enfermedad, y podría aportar no sólo mayor sobrevida sino también calidad de vida.
En Argentina, hace años que se utiliza la inmunoterapia en segunda línea, es decir en pacientes que progresan como respuesta a la quimioterapia. La diferencia de la droga de Roche que se aprobó recientemente radica en que se puede utilizar en primera línea, es decir en personas diagnosticadas que se encuentran en un estadio avanzado y no han pasado por quimioterapia.
Según el oncólogo Diego Lucas Kaen (MP1898), director de Centro de Investigación del Centro Oncológico Riojano Integral, los pacientes en estadio 4 hoy en día no pueden ser curados. Sin embargo, existe una luz de esperanza. “Aún no hay cura, pero este tratamiento aumenta la sobrevida con calidad de vida, y eso se traduce en nuevas oportunidades terapéuticas. Es un tratamiento contra el tiempo, porque cada vez que pasa el tiempo se realizan nuevos descubrimientos”, aseguró, en diálogo con Infobae.
De la misma forma, científicos de la Universidad de Tel Aviv revelaron en una investigación publicada en la revista especializada Cancer Research que los glóbulos blancos producen proteínas destructivas que pueden matar las células cancerosas. También tienen el poder de convocar a los agentes naturales del cuerpo que combaten el cáncer: las células T. Los nuevos hallazgos sobre los eosinófilos (uno de los distintos tipos celulares que forma parte del sistema inmunitario), pueden conducir al desarrollo de un nuevo tratamiento de inmunoterapia para pacientes con cáncer.
El profesor Ariel Munitz y la estudiante de doctorado Sharon Grisaru sospechaban que podían tomar eosinófilos y enviarlos a batallar contra las células cancerosas en lugar de los parásitos. “Elegimos centrarnos en las metástasis pulmonares por dos razones principales: primero, las metástasis, y no los tumores primarios, son a menudo el principal problema en el tratamiento del cáncer, y los pulmones son un objetivo importante para la metástasis de muchos tipos de cáncer. En segundo lugar, en un estudio preliminar demostramos que los eosinófilos se acumulan en tumores que se desarrollan en tejidos mucosos como los pulmones y, por lo tanto, asumimos que también se encontrarían en metástasis pulmonares“, explicó Munitz.