Desde Corrientes, el presidente de Diputados Pedro Cassani, siguió de manera virtual la sesión del Senado Nacional, donde finalizó su trámite parlamentario la Ley Oncopediátrica. Ahora resta la reglamentación del Ejecutivo para la cobertura integral del niño con cáncer y su familia.
“Emoción absoluta ante la sanción de la Ley Oncopediátrica en el Senado de la Nación Argentina. Acompañé a los papás y mamás ahí presentes, vía virtual, manteniendo contacto directo con los representantes de Corrientes: Griselda Castillo y su esposo Jorge, de la Fundación Vero Luque”, señaló Pedro Cassani al ser consultado por la sesión del Senado Nacional del jueves último, que se extendió hasta horas de la noche, y en la que quedara sancionada la Ley Oncopediátrica Nacional.
“Creo que el Congreso de la Nación comprendió la necesidad de -desde el Estado- garantizar el acceso al rápido diagnóstico y tratamiento del cáncer infantil, acompañando en todo sentido, a las familias. Felicito a todas las mamás y papás, que aún habiendo perdido a sus hijos, en muchos de los casos; hicieron posible la sanción de esta trascendente ley”, sostuvo el autor de la normativa provincial que crea, al igual que la nacional, un programa de cuidado integral del niño/a con cáncer y su familia.
Cabe recordar que en varias provincias se sancionó una ley provincial, -en Corrientes lleva el número 6561-, para el acompañamiento activo del estado, desde la detección de la enfermedad hasta su curación, incluyendo contención psicológica y ayuda a las familiares.
La sanción de la ley nacional fue tras la votación pertinente cerca de las 21.20, ocasión en que reinó la emoción de los legisladores y el público presente. Largos minutos de aplausos, y abrazos, fue lo que se vivenció de manera presencial, y en quienes lo siguieron la transmisión oficial, en vivo, del Senado.
Detalles del debate
Previamente los senadores nacionales hablaron de la temática. El Senador de Tucumán, el pediatra Pablo Yedlin, recordó que 1.500 niños reciben por año el diagnóstico de cáncer. “4 por día” acotó otra legisladora. Citando cifras que arrojan el Registro ya existente de pacientes pediátricos, recordó que “el 50 por ciento de ellos, deben migrar de su ciudad de origen para el tratamiento”, con todo lo que ello implica.
Detalló que la ley garantiza una credencial que permitirá licencias más prolongadas para los padres, sin goce de sueldo pero con una ayuda transitoria de la Anses; apoyo escolar; estacionamiento con facilidad; mejores viviendas en algunos casos; entre otras disposiciones.
El senador Mario Fiad, de Jujuy (médico cirujano), por su parte, pidió al Gobierno Nacional que al momento de la reglamentación, se corrija la parte de la “cobertura”: estableciéndose desde la “presunción” de cáncer, y no desde el “diagnóstico definitivo”.
En el mismo sentido se expresó la senadora Maria Eugenia Catalfamo, de San Luis, quien acoto que “la red de padres solicitó eso: la contención desde la presunción, porque llegar a tiempo, es sinónimo de salvar vidas”, afirmó.
La senadora Guadalupe Tagliaferri de CABA, por su parte, pidió perdón por los 247 días que tuvieron que esperar para el tratamiento. “Esta ley duele. No tendría que existir…”, dijo para reflexionar sobre el centralismo de los casos en el Hospital Garrahan de Capital Federal. “Eso es porque no tenemos federalismo”, dijo para encender la mecha de la polémica.
La senadora Alejandra Vigo de Córdoba, pidió reglamentación rápida y felicitó a los padres y madres por no bajar los brazos nunca; al igual que la senadora Maria Belén Tapia de Santa Cruz, quien respondió a su par Tagliaferri dejando en claro que hubo celeridad en el tratamiento en comisión.
Cuando la cuestión iba enturbiarse por razones partidarias, el senador Luis Juez, de Córdoba, hizo un homenaje a los padres y madres presentes, con lágrimas en los ojos, mencionando que son un “ejemplo, también para la cámara de Senadores”.
Finalmente, en la votación, hubo unanimidad; lágrimas de emoción, y mucha esperanza de que -a partir de la vigencia de la ley- se eleve la cifra de los niños, niñas y adolescentes recuperados del cáncer.