
La fiesta de las luminarias, como se conoce a la celebración de Janucá, comenzó la semana pasada y finalizará hoy. Janucá puede traducirse como inauguración y la celebración tiene dos grandes significados: es la fiesta de las luminarias porque se celebra encendiendo luces.
En el ritual de Janucá, que se realiza en las casas y no en las sinagogas, se enciende una luz (vela) cada día, el tradicional candelabro de ocho brazos (Janukía) se ubica en la ventana para difundir el milagro y para transmitir un mensaje: En la oscuridad profunda siempre hay posibilidad de encontrar la luz. En contacto con este medio, el rabino Marcelo Wajcer explicó que hoy se encenderá la última vela del candelabro la cual representa el milagro de Janucá, es una celebración institucional, el jueves se realizó el encendido de la tercera vela que es la que simboliza la paz, el trabajo, la salud y realizamos en la vereda del Sholem como forma de compartir con la comunidad toda esta fiesta, dijo el representante de la comunidad judía en Corrientes.
En el mismo sentido, destacó la importancia de mantener vivas las tradiciones, el ritual establece que al anochecer -que es cuando se inicia el día hebreo- debe prenderse una vela, el segundo día dos, y así sucesivamente hasta llegar a las ocho, explicó. Para nosotros fue un evento muy especial porque se realizaron en el marco del centenario de la comunidad en Corrientes, para nosotros fue muy importante, resumió Wajcer.
La historia
La tradición judía habla de un milagro en el que pudo encenderse el candelabro del Templo durante ocho días consecutivos con una exigua cantidad de aceite, que alcanzaba sólo para uno. Esto dio origen a la principal costumbre de la festividad, que es la de encender, en forma progresiva, un candelabro de nueve brazos llamado januquiá (uno por cada uno de los días más un brazo piloto). Varias familias deciden colocar los candelabros en las ventanas o balcones para compartir con sus vecinos la luz y el milagro al que hace referencia esta tradición que a lo largo de los años se mantiene en todo el mundo. Así, mientras el pueblo cristiano se prepara para vivir el Nacimiento del Niño Jesús el próximo 25 de diciembre, el pueblo judío vive el milagro de las luminarias.