Oscar, quien estudió arquitectura y luego se dedicó al diseño, dejó su carrera para formar una familia con su esposo Jeffrey, adoptando a tres hermanos ingleses. Ahora, su impresionante casa es una fuente de ingresos y sueña con un gran proyecto. ¿Qué será este proyecto?
Oscar Rinaldi, argentino, construyó un castillo en el Valle del Loira en Francia.
Rinaldi decidió cambiar su vida y se mudó a Buenos Aires para estudiar arquitectura.
Conoció a su esposo, Jeffrey, en una sala de chat y juntos decidieron adoptar tres niños.
Tras muchos desafíos, lograron renovar un castillo en ruinas y establecer una familia.
Un sueño convertido en realidad
Alrededor del año 1500, un lugar abandonado en el Valle del Loira, Francia, fue transformado en un hermoso castillo por un argentino llamado Oscar Rinaldi.
Rinaldi, originario de la localidad correntina Goya, siempre tuvo una visión diferente para su vida. A la edad de 18 años, decidió mudarse a Buenos Aires para estudiar arquitectura, pero un encuentro inesperado con Jeffrey, su futuro esposo, cambió su rumbo.
Un cambio inesperado de planes
Aunque su sueño inicial era estudiar diseño de moda en Milán, la aparición de Jeffrey en su vida transformó su enfoque. «A partir de entonces todo cambió. Se mudó, se dedicó a la moda y tiempo más tarde tuvo hasta su propia sastrería en Londres.» Pero la vida siempre tiene sorpresas reservadas, y la de Oscar no fue una excepción. Un día, el sueño de tener una gran familia lo llevó a embarcarse en la aventura de la adopción, un camino lleno de retos y recompensas.
La magia de la familia
Después de un largo proceso, Oscar y Jeffrey se convirtieron en padres de tres hermosos hermanos. Sin embargo, en medio de su felicidad, surgió un deseo inesperado. Querían un cambio de vida y de ubicación. Y así fue como su vida los llevó a su próximo desafío: la renovación del Chateau de Belebat, un castillo en ruinas que se convertiría en su hogar y en el escenario perfecto para su cuento de hadas.
Un nuevo comienzo
Después de muchos desafíos, finalmente lograron remodelar el castillo y transformarlo en un hogar para su familia. Hoy, el Chateau de Belebat es un lugar lleno de vida, con una decoración moderna que respeta el estilo de la época y un inmenso jardín donde sus hijos pueden correr y jugar. «Ese fue nuestro trabajo, y ahora llegó el momento de descansar un poco y seguir por el castillo.» concluyó Oscar, satisfecho con su logro.
Con información de 24Matins.es