Un proyecto de la UNNE avanzó en el diseño, como “producto virtual mínimo viable”, de una segadora autopropulsada apta para acoplarse a las prestaciones de una rotoenfardadora que había sido desarrollada por la UNNE e INTA y está siendo comercializada por una pyme metalmecánica de Chaco. Así, se lograría completar un kit tecnológico de recolección de pasturas para pequeños y medianos productores ganaderos.
Entre los años 2016 y 2020, la UNNE e INTA desarrollaron una rotoenfardadora adaptada a la necesidad de productores ganaderos de mediana-baja escala que necesitan contar con reservas de forrajes para afrontar el problema del bache forrajero que se produce en invierno.
Así, en un trabajo articulado entre la Facultad de Ingeniería de la UNNE y el INTA, se logró el desarrollo de una mini rotoenfardadora orientada a pequeños productores, cuya fabricación y comercialización está actualmente a cargo de una PyME metalmecánica chaqueña con pago de regalías al binomio institucional.
La máquina desarrollada tuvo éxito comercial, ya que en el mercado no existían equipos que brinden soluciones a los requerimientos específicos de los productores.
Sin embargo, la rotoenfardadora desarrollada por la UNNE e INTA resulta aún insuficiente para resolver el problema del bache forrajero porque las pasturas necesitan ser cortadas y ordenadas como requisito previo al paso de la máquina que arma los fardos.
En ese sentido, un nuevo proyecto de investigación de la Facultad de Ingeniería de la UNNE avanzó en el desarrollo del “producto virtual mínimo viable (PVMV)” de una segadora autopropulsada apta para acoplarse a las prestaciones del desarrollo INTA-UNNE existente.
De esta forma se lograría completar un kits tecnológico de recolección de pasturas para pequeños y medianos productores.
“Se trata del diseño de un producto en escala virtual, pero que está en condiciones de pasar a prototipo físico, pues tiene finalizada la etapa de viabilidad técnica de la segadora” explicó el Ing. Germán Edgardo Camprubí, director del plan de trabajo que fue desarrollado por el becario de investigación Carlos Héctor Adrián García, y contó con la co-dirección del Ing. José Leandro Basterra.
La denominación “producto virtual mínimo viable” refiere a“Producto” porque se trata de un objeto tangible que en este caso es una máquina; “Virtual” se refiere a que esa máquina está representada en un entorno computacional; “Mínimo” porque aún podría aceptar posteriores mejoras y modificaciones, y “Viable” porque se relaciona con que la propuesta de producto podría concretarse físicamente con los planos generales y de detalle de la máquina.
VIABILIDAD
Al respecto, el Ing. Camprubí comentó que la segadora autopropulsada, expresada como un producto virtual pero viable, está conformada por 63 planos de fabricación, y presenta las características de una innovación incremental de producto.
Una futura captación de recursos externos para la construcción de un prototipo físico permitirá completar la viabilidad técnica y económica de la segadora con las validaciones a campo previas al escalamiento comercial.
Los responsables del proyecto indicaron que el aporte fundamental del trabajo consiste en la integración de piezas y componentes hasta llegar a un modelo de máquina que no sólo permitirá acoplarse a las prestaciones de la rotoenfardadora INTA-UNNE, sino que también incorpora las características propias de los ganaderos de mediana y baja escala del NEA.
“Los planos de fabricación asociados con el producto virtual mínimo viable quedan a la espera de etapas posteriores de desarrollo y transferencia de tecnología” destacó el becario García, quien también remarcó que la selección de materiales de la segadora además de atender las condiciones de carga y de uso incorporó la disponibilidad entre los proveedores locales.
Reiteró que la segadora, al igual que lo ocurrido con la rotoenfardadora, permitiría llenar un vacío en la oferta de mercado de máquinas aptas para los ganaderos regionales.
INNOVACIÓN REGIONAL
En tanto, el Ing. Camprubí mencionó la importancia del proyecto porque representa la posibilidad de avanzar en innovaciones tecnológicas para resolver problemas concretos, mediante la articulación entre instituciones públicas, y con el sector productivo.
“Muchas veces se piensa a la innovación como el desarrollo de máquinas súper avanzadas en cuanto a tecnología como lo hacen las grandes empresas multinacionales. Pero esos desarrollos además de ser costosísimos no siempre resuelven la necesidad de los pequeños productores, como sí lo estamos logrando con los productos desarrollados en el ámbito local y regional” expresó.
Al respecto, confío en que el “producto virtual mínimo viable” de la segadora autopropulsada pueda avanzar hacia otras etapas que podrían ser la construcción del prototipo físico o su comercialización.
En particular destacó la participación del estudiante Carlos Héctor Adrián García quien concretó el trabajo en el marco de una beca de investigación de pregrado, demostrando como estudiante tanto su nivel formativo como sus habilidades en la obtención de un prototipo virtual muy bien logrado.
Comentó que el becario pudo ejercitar, en el período de un año, las competencias adquiridas en su formación universitaria en el contexto de la resolución de un problema productivo regional.
El diseño de la segadora fue presentado en la reciente “Reunión de Comunicaciones Científicas y Tecnológicas de la UNNE” y se enmarca dentro del proyecto de investigación acreditado “Estudio y caracterización de demandas de innovación tecnológica para la agricultura familiar en el NEA” dirigido por el Ing. Camprubí.