En su catequesis del primer miércoles de diciembre, el Papa Francisco continuó con su reflexión sobre San José y dejó un importante consejo para todos los novios.
El Santo Padre meditó sobre la forma en que los planes de Dios alteraron los sueños y las expectativas que María y José tenían para su vida antes de conocer Su voluntad.
Cuando Dios manifestó a la Virgen su voluntad de que concibiera a Jesús y cuando José aceptó cuidarla a ella y al pequeño que traería la salvación al mundo, “abrieron de par en par el corazón” a la realidad ante ellos.
Esta circunstancia sirvió al Papa Francisco para hacer una recomendación a todos los novios o recién casados. El Santo Padre reconoció que “muy a menudo” nuestra vida no es como la habíamos imaginado. Sobre todo, en las relaciones de amor, de afecto, nos cuesta pasar de la lógica del enamoramiento a la del amor maduro; comentó.
“Los novios cristianos están llamados a testimoniar un amor que tenga la valentía de pasar de las lógicas del enamoramiento a las del amor maduro“, expresó el Papa.
El enamoramiento, “siempre está marcada por un cierto encanto, que nos hace vivir inmersos en un imaginario que a menudo no corresponde con la realidad de los hechos”.
Sin embargo, “es precisamente cuando el enamoramiento con sus expectativas parece terminar” cuando “puede comenzar” o “cuando llega” el amor verdadero.
“Amar de hecho no es pretender que el otro o la vida corresponda con nuestra imaginación; significa más bien elegir en plena libertad tomar la responsabilidad de la vida, así como se nos ofrece. Es por esto por lo que José nos da una lección importante, elige a María ‘con los ojos abiertos'”, concluye el Santo Padre.