El río Paraná alcanzó ayer la marca de 3,08 metros, el registro más alto en más de un año en la costa correntina. Si bien es cierto que este repunte puede resultar momentáneo, desde el Instituto Correntino del Agua y el Ambiente (ICAA) destacaron este cambio en las condiciones luego de casi tres años de bajante extrema en los que se batieron varios récords históricos.
El motivo principal de este repunte fueron las precipitaciones que se dieron río arriba, en la zona de influencia del Paraná, y en menor medida las lluvias en Corrientes, las que no realizan un aporte significativo, aunque no deja de ser venturoso teniendo en cuenta la tendencia de aguas bajísimas desde mediados de 2019.
Desde el ICAA señalaron también que, en la confluencia de los ríos Paraná y Paraguay, la condición de bajante severa está siendo atenuada rápidamente por el efecto de las lluvias.
Pero aclararon que harán un monitoreo diario que les permitirá determinar si la mejora ya es firme o solo pasajera.
Es que, más allá de este repunte, los estudios a mediano y largo plazo siguen marcando una perspectiva de déficit hídrico.
De acuerdo con lo que informaron, al menos hasta el 30 de junio de este año el panorama sigue siendo desfavorable, por lo que las lluvias registradas y las pronosticadas dan lugar a una mejora que sería de corto plazo.