Casi 600 mil hectáreas quemadas y sigue el fuego intenso con focos que se mueven muy rápido a raíz de los vientos y sequía, el impacto en los humedales será por años.
En pocos días más se alcanzará el 7% de la superficie terrestre correntina incinerada por los incendios rurales y forestales que se desatan y mantienen activos en diferentes puntos de la provincia.
Las zonas más afectadas son el norte, noroeste y centro de la provincia. Este último es donde se encuentran los Esteros del Iberá. Flora y fauna nativa ya se extinguieron a más de un mes de fuego incontrolable en dichas zonas ya que son de muy difícil acceso.
Sofía Heinonen, bióloga y directora ejecutiva de Rewilding Argentina, dijo que otro grave problema que deja el fuego es la destrucción de alambrados, que genera consecuencias como la invasión de vacas y búfalos en las zonas protegidas. “Los fuegos no son malos, lo malo es la sequía extrema que provoca incendios de alta intensidad y enormes. Hay que hacer quemas prescriptas para evitar fuegos catastróficos, porque a la Administración de Parques Nacionales le va costar mucho reponer todo ya que se quemaron unos 200 kilómetros de alambrados. Un parque lleno de vacas pierde los valores de conservación y también su atractivo turístico”. (Ver link completo aparte).
El promedio de precipitaciones anuales fue en 2019 de casi 1800 milímetros, mientras que en 2020 y en 2021 fue de 1400 milímetros. En enero pasado apenas llovió el 10% de lo habitual.
En 2022 apenas el 15% del territorio correntino está cubierto por agua, cuando en años “normales” casi el 40% de la superficie provincial está sumergida.
NOTA RELACIONADA