Con expectativa por la agilidad del conteo, trabajarán mañana en alrededor de un millón de personas como autoridades de mesa, fiscales hasta miembros del Comando Electoral.
Un millón de personas estarán afectadas mañana a la realización de las elecciones generales legislativas. El número incluye desde autoridades de mesa, fiscales de todos los partidos, miembros del Correo, de la Dirección Nacional Electoral (Dine), del Comando Electoral (CE), y de las diferentes fuerzas de seguridad, tanto nacionales como provinciales. Así lo detallaron el ministro del Interior, Eduardo “Wado” de Pedro y la titular de la Dine, Diana Quiodo, quienes agregaron que los primeros resultados podrían conocerse entre las 21 y las 21:30.
De Pedro y Quiodo detallaron que la primera difusión será con un porcentaje “razonable” de entre el 20 y el 30%. “Es un número estadísticamente que marca una tendencia”, aseguró de Pedro.
A diferencia de las primarias, habrá más agilidad en la votación porque se permitirán las filas en el interior de los establecimientos, en las jurisdicciones que las condiciones sanitarias lo permitan. sí se regresará al sistema tradicional de la votación, con una fila por cada mesa de votación, y no una sola hilera en el exterior de los centros de votación, como se hizo en las Paso. Este sistema provocó muchas demoras y las mesas tuvieron que permanecer abiertas mas allá de las 18 hasta que votaran todos los que estaban en la fila. Ahora la Cámara Nacional Electoral (CNE) dispuso mediante una acordada que cada junta electoral de cada provincia, con la información del ministerio de Salud de cada región, habilite flexibilizar la modalidad de votación, aunque siempre respetando los protocolos sanitarios entorno del Covid-19.
Las juntas electorales están en cada provincia integradas por autoridades judiciales locales y federales con competencia electoral. Ellas, en coordinación con las autoridades sanitarias locales, evaluarán y adoptarán las medidas para perfeccionar y flexibilizar la organización de la elección y de los accesos a los colegios y las filas de electores.
Más allá de las dificultades prácticas, las demoras en las Paso tuvieron un efecto político: desalentaron la afluencia de votantes. De hecho se registró la más baja participación de ciudadanos en las urnas. Sobre un padrón de 34.385.460 electores, concurrieron a votar 22.765.590 personas: esto constituye el 66,21%, según el Ministerio del Interior.
Al igual que en las Paso existirán los facilitadores sanitarios, que ordenarán el ingreso de votantes para no saturar la capacidad.