El arzobispo emérito de Corrientes sostuvo que es "jugarse todo por Él" y precisó que "lo demás, por más considerable que sea, debe ceder el paso a Dios".
El arzobispo emérito de Corrientes, monseñor Domingo Salvador Castagna, recordó que jugarse todo por Él es una exigencia “ineludible” del seguimiento de Jesús y precisó que “lo demás, por más considerable que sea, debe ceder el paso a Dios”.
“No olvidemos que el mundo fluctúa entre valores inconsistentes, como si fueran absolutos y necesarios. Jesús no deja de señalar esa diferencia, y la trágica consecuencia de no respetarla en la vida común”, subrayó en su sugerencia para la homilía.
“La escena de Betania, tan simple y significativa, se constituye en un paradigma –graficó-. Así lo entiende la María silenciosa y pasiva al llevarla a un comportamiento que Marta repudia. Jesús dirime la cuestión: ‘María ha elegido la mejor parte”.
“Aquella mujer supo distinguir lo necesario de lo contingente, lo absoluto de lo relativo. No obstante Marta también lo aprende. Su acceso a la santidad indica que aprende de María. Será la norma obligada para quienes se disponen a dejarse regir por la verdad y la libertad”, agregó.
Monseñor Castagna consideró que “el mundo, y particularmente, quienes en virtud de consignas partidarias, deciden ordenar la vida política y económica de un país, tendrán que acudir a valores superiores -religiosos o no- y abandonar toda pretensión egoísta, personal o de grupo” y advirtió: “Sin esta premisa será imposible un ordenamiento estable de la sociedad”.