El gobierno provincial utilizó esta semana para desagregar y dar a conocer el incremento de la pauta salarial para el sector público que no solamente venía demorada, sino que permitía vislumbrar conflictos que fueron abjurados por las cúpulas sindicales. Dentro del peronismo se dará la parte crucial de la elección provincial. La Cámara de Diputados en el centro de todos los tirones.
El gobierno anunció un 18% en dos tramos, 12% que los estatales van a percibir a fin de mes y otro 6% que se percibirán a finales de septiembre, cuando ya esté completamente lanzado el cronograma electoral. Las matemáticas oficiales cuantificaron este anuncio como el arribo de la pauta salarial 2021 al 45% que tiene la misión de vencer a la inflación, pero en realidad, de acuerdo a los dos únicos anuncios que se hicieron este año, el incremento salarial estará en promedio para todo el sector estatal en unos 5 puntos por encima del 30%.
Lo que surge con mayor claridad es que los diferentes sindicatos, salvo un pequeño sector gremial docente, acordaron evitar las situaciones conflictivas en el año electoral. Un flanco menos que el gobernador Jorge Capitanich tendrá despejado y podrá concentrarse en el armado político-partidario, léase concretamente las candidaturas.
Salvo las candidaturas nacionales en las que parece poco probable que Capitanich tenga espacio suficiente para maniobras provinciales, en la Legislatura local la cuestión fundamental parece ser cuál será el rumbo que va a tomar el intendente de Resistencia, Gustavo Martínez.
El jefe comunal pareció no dejar dudas respecto de sus intenciones para este 2021. Durante la semana confirmó que irá por afuera del Partido Justicialista para mantener el espacio que logró conformar con dirigentes de otros partidos, especialmente el radicalismo. Será una tercera alianza ya inscripta para participar junto al Frente de Todos y Chaco Cambia, el nuevo nombre del macrismo en la provincia.
Dentro del PJ, el movimiento de Martínez no se divisa como una resolución tomada de manera definitiva. No son pocos los que creen que es más bien una jugada personal que apunta a posicionar los pocos legisladores que le responden, entre ellos su pareja, la diputada Elida Cuesta, que el intendente quiere que vuelva a presidir nuevamente la Cámara de Diputados. Parece difícil encontrar algún argumento por el cual Capitanich vaya a dejar de apoyar la continuidad de Hugo Ságer, que tiene mandato hasta el 2023 como legislador, para seguir siendo presidente de la Cámara de Diputados.
Las miradas se posan sobre otros legisladores, como Juan José Bergia, oficialista, pero de origen radical, es recordado por haber permitido desbancar a la UCR del control del parlamento provincial en una votación polémica.
Bergia aspira a renovar su banca, y su partido político, NEPAR ya está confirmado como integrante del Frente de Todos, claro que eso no siempre representa una atadura para el legislador.
De los miembros del oficialismo parlamentario, a Gustavo Martínez, le responde la banca de Andrea Charole y María Elena Vargas, además de Cuesta. ¿Renovará el CER esos dos lugares?
El nombre que el CER lleve en primer lugar, debería surgir del riñón más próximo del intendente. Eso se puede ver en su gabinete comunal. Los más puros están ocupando secretarías, los aliados, ocupan cargos inferiores, como las subsecretarías.
El misterio es entonces quién encabezaría la lista y cuántos legisladores podría incorporar. Podría ser una referencia lo que logró el Frente Integrador, que llevaría a Juan Carlos Bacileff Ivanoff, como primer candidato a diputado provincial.
El ex vice de Capitanich tiene dos diputados que continuarán en sus bancas dos años más. Si este espacio ahora ingresa en el reparto de legisladores, será todo ganancia. El CER si logra retener las bancas de Charole y Vargas y colocar uno más también estaría haciendo una elección descomunal.
El nuevo tironeo de las alianzas filoperonistas podrían terminar perjudicando, por ejemplo, al Partido Obrero. Aurelio Díaz culmina su mandato y hay dudas respecto de si el partido podría mantener ese escaño.
El verdadero espacio opositor, que integran la alianza macrista, UCR/PRO, tiene cinco legisladores que vencen, entre ellos el ex gobernador Roy Nikisch. Si repitiera esa modesta performance y retuviera un bloque de diez miembros, y se cumplen las expectativas del CER y del Frente Integrador, es muy probable que el comience a pensarse en la posibilidad de que el control de la Cámara de Diputados pueda cambiar de manos.
El sector más duro del kirchnerismo está adelantándose a la jugada de la Municipalidad de Resistencia y salieron a cuestionarlo con dureza. Le recordaron su apoyo a las medidas de ajuste que aplicó el gobierno de Mauricio Macri y el acompañamiento a los pagos a los fondos buitre. De paso también recordaron que el ahora embajador en Paraguay, Domingo Peppo, tenía la misma actitud como gobernador del Chaco.
Si Gustavo Martínez efectivamente cumple con su promesa de ir por fuera, no tiene nada que perder, no hay elecciones en el municipio de Resistencia, pero una mala performance, especialmente en el principal distrito electoral del Chaco, terminaría desestabilizando aún más la segunda parte de su gestión.
Ya tiene serias dificultades para gobernar y sus intentos recaudatorios tropiezan una y otra vez con acciones judiciales que confirman que los buenos modales no son el fuerte del jefe comunal.