Es una de las tradiciones más populares para recibir el nuevo año. Cuál es la verdadera historia detrás de esta costumbre y qué significado tiene.
Cada 31 de diciembre se llevan adelante una serie de rituales y tradiciones con el fin de dejar atrás todo lo malo y prepararse para atraer y recibir las cosas buenas de la mano de un nuevo año. En ese marco, vestirse de blanco es una de las costumbres más antiguas que tienen su propio significado e historia.
El blanco es un color que tiene muchos significados, pero para esta fecha se lo relaciona con la pureza, alegría, paz y buenas energías.
Al tratase de un tono acromático, es decir, una luz compuesta por la suma de todos los colores, se cree que por esto atrae atraer nuevas y buenas energías.
Usar el color blanco en la vestimenta de Año Nuevo simboliza “la hoja en blanco” de todo escritor como sinónimo de que nuevas historias comenzarán, de hacer una revisión y mejorar en muchos aspectos donde tal vez se falló en el año que se va.
De dónde nace la tradición de vestirse de blanco en Año Nuevo
Según algunas creencias, a Argentina habría llegado desde Brasil, donde los 31 de diciembre las personas se acercan a la playa para celebrar la “Reveillón”. Para esto se visten completamente de blanco y regalan flores y ofrendas a la diosa del mar: Iemanjá.
Iemanjá encarna la figura de la virgen de los navegantes, la protectora del hogar, la diosa de la fertilidad o la madre de los peces.