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REVELACIÓN! Afirman que en 20 años los incendios en Corrientes afectaron el 90% del territorio

Caracterizaron la frecuencia y distribución de incendios en Corrientes entre 2001 y 2022 y la respuesta de la vegetación

Por medio del análisis de grandes volúmenes de datos satelitales, investigadores del INTA y la UNNE caracterizaron la frecuencia y distribución de las áreas quemadas en Corrientes en un periodo de veintidós años, en el cual los incendios afectaron una superficie equivalente al 90% del territorio provincial. Además, evaluaron la recuperación de los ecosistemas tras los megaincendios del año 2022.

La investigación fue realizada por la Prof. Griselda Isabel Saucedo (Becaria INTA-CONICET y doctoranda en Geografía en la UNNE) y el Dr. Ditmar Bernardo Kurtz (Investigador INTA Corrientes y Profesor Adjunto en la UNNE).

La investigación tuvo por objetivo analizar la variabilidad mensual y anual de las áreas quemadas entre 2001 y 2022; identificar la frecuencia de incendios considerando la variabilidad interanual; caracterizar la frecuencia de incendios por estación y la cobertura vegetal afectada; y por último evaluar la recuperación de los ecosistemas luego de los megaeventos de incendios de 2022.

Los resultados del estudio fueron presentados recientemente en el artículo «Seasonality and post-fire recovery in a wetland dominated region: Insights from satellite data analysis in northern Argentina», publicado en la revista científica internacional Remote Sensing Applications: Society and Environment.

Según se destaca entre las conclusiones del trabajo, en la provincia de Corrientes entre los años 2001 y 2022, si se suman todas las áreas que alguna vez fueron afectadas por quemas, la superficie quemada totaliza 80.728 km², lo cual equivale aproximadamente al 90% del territorio provincial.

«Nuestro estudio representa el primer análisis regional sobre el régimen del fuego en Corrientes a lo largo de 22 años, permitiendo comprender su variabilidad espacial y temporal y sus impactos en la vegetación», destacaron los autores.

En diálogo con UNNE Medios, la Prof. Saucedo y el Dr. Kurtz indicaron que los resultados de la investigación aportan información clave para comprender la dinámica del fuego en la región.

Agregaron que, si bien Sudamérica es una región vulnerable a los incendios, sigue siendo el continente menos estudiado en comparación con otros en lo que respecta a los regímenes de fuego. Esta brecha de conocimiento es notoria en el noreste de Argentina, donde a principios de 2022 se produjeron incendios sin precedentes que, impulsados ​​por condiciones climáticas extremas, marcaron un evento histórico en la región, sin registros científicos previos de tal escala o impacto en la resiliencia de la vegetación.

Principales hallazgos

En el estudio se analizaron registros de incendios entre los años 2001 y 2022, mediante el análisis de imágenes satelitales, que totalizaron una superficie quemada de 80,728 km2.

De acuerdo a los resultados, se encontraron años con áreas quemadas excepcionalmente extensas, como 2005, 2020 y 2022, mientras que el período entre 2013 y 2018 las áreas quemadas fueron menos extensas, coincidiendo con mayores precipitaciones anuales.

Las áreas quemadas presentan un patrón estacional. En invierno, predominan los parches más pequeños y dispersos, generalmente asociados a quemas para el manejo de pastizales. En verano, ocurren en parches más grandes, o megaincendios, vinculados a períodos de escasas precipitaciones y altas temperaturas.

Durante el período analizado, el 71% del área experimentó al menos un incendio, mientras que el 29% mostró una mayor recurrencia, con sectores que registraron entre dos y hasta siete eventos de fuego en dos décadas.

En el período analizado, los pastizales y humedales sufrieron quemas principalmente durante el verano y el invierno.

Por otro lado, se resalta la situación de los incendios de 2022, los cuales fueron excepcionales en duración y magnitud, marcando un evento sin precedentes. Los mismos coincidieron con el pico de la temporada de crecimiento, y provocaron alteraciones fenológicas en el patrón típico de la vegetación.

Se agrega que las precipitaciones posteriores al incendio impulsaron la recuperación de la vegetación según la cobertura dominante.

Recuperación de la vegetación.

En la investigación se analizó además cómo se recupera la vegetación tras los megaincendios de 2022.

Para analizar la recuperación post-incendio, se utilizaron series temporales del NDVI (Índice de Vegetación de Diferencia Normalizada) obtenidas de imágenes satelitales, y los resultados mostraron dos fases de recuperación posteriores a los focos ígneos.

Una primera fase estuvo caracterizada por pendientes positivas de NDVI, indicando una recuperación rápida en pastizales, humedales y bosques nativos. En contraste, los bosques cultivados mostraron una tendencia decreciente en NDVI tras el incendio.

En tanto, se registró una segunda fase: en la que las pendientes del NDVI fueron negativas o cercanas a cero en pastizales, humedales y bosques nativos, lo que sugiere una estabilización en la recuperación de la vegetación en estas áreas.

«La recuperación de la vegetación no siguió el patrón estacional típico de la región luego de los incendios de 2022 (para la época otoño – invernal). Este comportamiento refleja el impacto de eventos extremos y resalta la importancia de comprender la resiliencia de los ecosistemas frente a disturbios como el fuego o sequía», explicaron los investigadores.

Implicancias para la gestión del fuego

La Prof. Saucedo y el Dr. Kurtz exponen que el fuego en Corrientes ha mostrado una relación con la variabilidad climática, ya que los años con mayores precipitaciones previas presentaron más eventos, mientras que la magnitud de las áreas quemadas estuvo vinculada a sequías intensas.

Al respecto, consideran que, para la planificación del manejo del fuego, es crucial considerar las diferencias entre quemas prescriptas a fines del invierno y megaincendios en verano.

“Las estrategias de prevención y respuesta deben ajustarse estacionalmente, reforzando campañas de concienciación, restricciones al uso del fuego cuando las condiciones ambientales son predisponentes y recursos para combatir incendios durante los períodos de mayor riesgo”, exponen.

Acotan que la alta recurrencia del fuego en algunas áreas sugiere la necesidad de monitoreo específico, implementando prácticas de reducción de material combustible y creación de cortafuegos.

Relevancia del estudio.

«El estudio contribuye significativamente a la comprensión de los regímenes de quemas y la recuperación de la vegetación, aportando información clave para anticipar futuros escenarios y mejorar las estrategias de manejo del fuego», concluyeron los autores.

En este sentido, destacaron que, en el contexto de los desafíos globales asociados a las variaciones climáticas, este trabajo resulta relevante para orientar futuras investigaciones y acciones de gestión del fuego.

Asimismo, resaltaron la importancia de la publicación en una revista científica de referencia internacional, subrayando que su aceptación se basó en la relevancia del tema, el enfoque metodológico y la calidad de la información generada.

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