El edificio ubicado sobre calle San Martín y La Rioja volvió a exhibir problemas estructurales: “El único aire acondicionaba que funcionaba dejó de andar”, denunciaron los empleados y remarcaron las diferencias con el personal jerárquico.
“Cada gerente tiene aparatos de 9 mil frigorías en sus oficinas y en el salón donde se atiende a la gente no hay equipo de refrigeración. Marca las diferencias que hay en el organismo y el maltrato a los trabajadores y al público en general”, remarcaron.
A su vez, el hecho sirvió para que los delegados sindicales remarquen tareas colaterales hechas por el ente autárquico: “Hace pavimentos, escuelas, arregla residencias oficiales de la costanera y muchas obras más y no puede poner un aire acondicionado para atender al público”.