Ayer, con el Domingo de Ramos, la Iglesia Católica comenzó la celebración de su semana más sagrada, que finalizará el domingo con la Pascua de Resurrección. En la Capital correntina, la celebración central estuvo encabezada por el arzobispo Andrés Stanovnik, quien aprovechó la oportunidad para reivindicar la «lucha contra el mal» y los «valores evangélicos».
Stanovnik encabezó durante la mañana de ayer la bendición de ramos en la iglesia Jesús Nazareno y la posterior procesión hasta la Catedral capitalina, donde se realizó la misa central.
Antes de que parta la procesión, el Arzobispo ofreció una breve homilía, en la que planteó: «Para comenzar la gran semana del cristiano, la liturgia nos propone la entrada triunfal de Jesús a Jerusalén. Jesús entra a la ciudad aclamado por una multitud, que expresaba su entusiasmo como podía… Hace unos meses, a eso de las tres de la tarde, una multitud confluía hacia la costanera de nuestra ciudad, desbordada de alegría, gritando, cantando, agitando banderas argentinas, y dando rienda suelta al entusiasmo por el triunfo obtenido en el campeonato Mundial de fútbol. En ambas exaltaciones triunfales, la de Jesús entrando a Jerusalén y la de la multitud en nuestra Costanera, la pregunta que flotaba en el aire era quién es este, quiénes son estos».
«Por lo que se refiere al equipo, la respuesta de quiénes son estos, se fue construyendo con el pasar de los días, en los cuales se resaltaba la sorprendente capacidad de trabajar en equipo, la admirada humildad de sus integrantes, la perseverancia y el temple para enfrentar la adversidad, entre otras cualidades. Creo que todos aprendimos algo de lo que nos falta, o al menos nos dimos cuenta un poco más de lo que carecemos para ganarle a los males que nos aquejan», analizó respecto a la obtención de la Copa del Mundo de fútbol por parte del seleccionado nacional.
Continuando con la analogía entre la entrada triunfal de Jesús a Jerusalén y los festejos por el Mundial, dijo: «También Jesús representaba las expectativas más hondas de su pueblo, pero él iba más allá o, mejor dicho, más a la raíz del mal que impedía el bienestar de su gente. No era sólo la libertad frente al opresor y ni el exclusivo triunfo ante el agresor. La batalla a la que se enfrentaba Jesús, acompañado de sus discípulos, era nada menos que contra el mal. Contra el mal no en un sentido genérico, sino en su realidad personalizada, es decir, contra el malo que se encarna en el corazón de los hombres y mujeres, para impedir que triunfe la fraternidad, la justicia, la paz, en una palabra, la unidad en la pareja humana, en la familia, en el pueblo y entre los pueblos de la Tierra, y el cuidado de la vida humana y de toda vida».
Seguidamente, destacó que la procesión realizada ayer fue «una expresión de nuestra fe y nuestro entusiasmo por Jesús. Pero, al mismo tiempo, es un testimonio público de nuestro compromiso por los valores evangélicos, que nos aseguran el triunfo de la verdad, la justicia, la fraternidad. Por eso, que también nosotros provoquemos la conmoción en la gente, para que esta se pregunte ‘¿Quién es este?’, y nosotros respondamos, no sólo con la pasión que sentimos por él, sino con el testimonio de nuestro modo de obrar».
SEMANA SANTA
El cronograma de actividades en la iglesia Catedral para los días principales de la Semana Santa indica que el miércoles habrá misa crismal a las 20. El Jueves Santo se realizará la Misa de la Cena del Señor, a las 20 y confesiones, de 21.30 a 24.
El Viernes Santo se hará el Vía Crucis de las familias, a las 10, mientras que a las 15 tendrá lugar la celebración de la Pasión de Cristo. Más tarde, de 19 a 22, habrá confesiones y a las 21 se realizará el Vía Crucis viviente en la plaza Cabral.
Para el Sábado Santo está previsto el Vía Crucis de la catequesis, desde las 10, y las 21, la Vigilia Pascual.
Finalmente, el Domingo de Pascua habrá misas a las 9, 11, 20 y 22 en el templo ubicado frente a la plaza Cabral, mientras que en la Santa Rita será a las 18.