Tres gerentes de las principales cadenas de la ciudad analizaron el contexto de consumo a “boca de góndola” en la ciudad. Estiman que la pérdida de poder adquisitivo cercena las compras de las familias, que optan por llevar “lo justo y necesario”.
Los supermercados locales siguen sin poder recuperar los volúmenes de venta que tenían en la prepandemia. Este medio dialogó con tres gerentes de cadenas con sucursales en diversos puntos de la ciudad. Los consultados coincidieron que en el último mes, a pesar de todo el dinero circulante generado por el pago del medio aguinaldo, el consumo no tuvo los indicadores esperados.
“Las compras están amesetadas, seguimos entre un 20% y 25% por debajo de lo que eran antes de la llegada del coronavirus. El problema de fondo es la pérdida del poder adquisitivo, la gente gasta pero su dinero no le rinde”, expresó a época Raúl Rogido desde una tradicional firma del rubro.
De igual modo, su par Marcelo Soto desde un supermercado céntrico sostuvo: “En las últimas semanas hubo un pequeño repunte pero todavía no es significativo para denotar una tendencia consolidada”.
“Las familias miden sus gastos y compran los justo para el día a día, parece no haber margen para grandes erogaciones”, semblanteó.
Finalmente, Ernesto Barbero (de una cadena de fuerte raigambre barrial, esbozó: “A pesar de la inyección de dinero generado por aguinaldos, plus y demás asistencias, no se logra grandes volúmenes de compra. Hace casi ocho meses tenemos un promedio mensual que no se logra superar. Hay factores como la inflación que menguan el valor de los salarios”, profundizó. Época